D’Artacan, David el Gnomo o La vuelta al mundo de Willy Fog son algunas de las más de cuarenta creaciones de Claudio Biern Boyd. Este guionista estudió derecho y trabajó para una multinacional que fabricaba detergentes antes de dedicarse a los dibujos animados. Era encargado de planear las estrategias de marketing vinculadas a la compra de esos detergentes y se fijó en que las madres preferían comprar los que llevaban un juguete.
A partir de ese descubrimiento Claudio se introdujo de lleno en el mundo de los dibujos animados y comenzó a traer series a España cuando aquí no había industria de animación. En los ochenta toma la decisión que haría felices a miles de niños y niñas, dar vida a unos perros que no eran perros, a una criatura de más de 200 años y a un aventurero que pretendía dar la vuelta al mundo, como han hecho las creaciones de Biern Boyd. Todas con mensajes que, según Boyd, aún siguen vigentes.