Montaña emocional del presidente del gobierno en la sesión de control del Congreso. Ha empezado con brío y ganas reconociendo sin ambages que en Euskadi han triunfado los suyos, que el ascenso de BILDU es patrimonio de la coalición de gobierno y por tanto de él mismo. Les hemos ganado 9 a 1 le ha dicho al PP. Así, sacando pecho, desafiante, ha vuelto a convertir a Bildu en la piedra angular de su proyecto, lejos ya los ascos con la boca pequeña que le hacía la pasada semana antes de las elecciones.
Y tras el momento embravecido, ha venido el instante bajo del zigzag presidencial. Cuando ha salido, de nuevo a relucir, la actividad de su mujer, Begoña Gómez. Un juez investiga la denuncia presentada contra ella por tráfico de influencias.