Estamos al borde del precipicio y más vale alejarse de él. Las palabras en 'Más de uno' del representante de la política exterior europea, Josep Borrell manifiestan sin lugar a dudas, el temor compartido de que las hostilidades entre Israel e Irán se desaten y desencadenen una enfrentamiento de proporciones incalculables.
Los dos países son conscientes de los riesgos. Y por eso Teherán avisó de que iba a lanzar drones, misiles balísticos y misiles de crucero. Para evitar males mayores. De momento, las amenazas y las respuestas parecen medidas. Pero nadie puede garantizar que cuando juegas con asuntos tan peligrosos, algo termine yéndose de las manos.