Ya tenemos proyecto de presupuestos. Nos han contado que ha habido que trabajar duramente de madrugada pero que ya está rematado. Seguro que ha sido así, tan cierto como que había pocas dudas de que el acuerdo iba a llegar.
PSOE y Podemos son Gobierno y no son tan insensatos como para renunciar a gestionar unas cuentas con un 10% más de dinero gracias al grifo europeo. Porque es mucho dinero que gastar justo antes de unas generales.
Y encima en medidas que concitan un consenso generalizado. Porque, ¿quién puede estar en contra de que las familias con hijos reciban una ayuda de 100 euros o de que se aumenten las prestaciones por desempleo? El asunto no es la bondad de las medidas. El asunto es si podremos pagarlo también cuando Europa cierre el grifo de la generosidad.