Felipe González en Onda Cero vuelve a declararse huérfano de partido. Porque se siente socialista y la actual mayoría política que se llama progresista ni lo es ni le gusta. Porque las termitas que nacieron en el 15M están royendo los cimientos de la convivencia y la democracia. Que en su tarea destructiva esos insectos retóricos cuentan con la ayuda de los sediciosos a los que el gobierno está dispuesto a indultar admitiendo, por tanto, que la condena fue injusta.
Eso debilita al Estado Nación que es España y eso que ni amnistía ni autodeterminación caben en nuestra Constitución. Por mucho que se empeñe la coalición Frankestein, la coalición perdedora de las elecciones pero mayoritaria para gobernar. Coalición que incluye a una vicepresidenta que se reúne con un delincuente al que nuestra justicia ha condenado. Palabra de Felipe González, palabra de socialista que se enorgullece de serlo y que por eso subraya, va a seguir diciendo lo que piensa (hoy la hecho en Más de uno con Alsina) por más que los supuestos progresistas, que no lo son, le manden callar.