Monólogo de Alsina: "Esperanza Aguirre, la reina que convertía ranas en príncipes"
Hoy le toca a Esperanza Aguirre. Dices ¿el qué, que la detengan? No, hombre no, le toca responder a las preguntas. Que le quiera hacer el fiscal y los abogados en el juicio de la Gürtel. Está citada como testigo. Como ahora lo está Rajoy, pero con la diferencia de que ella no ha sido nunca presidenta del gobierno de España y que está citada desde hace tiempo. Eso, y que quien pidió su citación fue la fiscalía.
Aguirre acude con gusto, eso dijo en su día, encantada de responder a lo que le pregunten. Y encantada de recordar, si se tercia, su vieja tesis de que fue ella, al abortar una operación irregular en Arganda del Rey, quien hizo posible que aflorara la trama. En realidad lo que le van a preguntar es su estaba al tanto de que uno de sus elegidos, el el consejero regional López Viejo —procesado— troceaba los contratos de su consejería para que éstos no superaran el umbral a partir del cual se exige la convocatoria de un concurso. El truco para adjudicar a quien le pareciera oportuno. Y para el trato de favor, que era la piedra angular del éxito empresarial de Correa y los suyos.
Sobre Aguirre se ha desatado esta semana la tormenta perfecta. En la víspera de declarar en este juicio en el que están procesados algunos de sus antiguos colaboradores (de los que le salieron rana, como diría ella) el juez Velasco ordenó la detención de quien fue su mano derecha en el gobierno de Madrid, en el partido y en el Canal de Isabel II, Ignacio González. El viceAguirre. En todos los ámbitos: el gobierno autonómico, el partido regional y la empresa públicas. El escudero que a punto estuvo de ser aupado también a la presidencia de CajaMadrid de no haber sido porque Rajoy, que ni olvida ni perdona, torpedeó la operación y sentó en el sillón, de Málaga a Malagón, ¡a Rodrigo Rato! Si hay alguien que no derramará una lágrima por González ése es Mariano Rajoy, que en público siempre lo trató con gelidez y a quien en privado crujía.
La detención de Ignacio González —al margen de cómo acabe penalmente— es la culminación del desmoronamiento político del aguirrismo que comenzó hace cuatro años. El hundimiento del mito de la gestión admirable de aquel trío: Aguirre en cabeza y sus dos escuderos, peleados entre sí, acumulando poder a su vera. Francisco Granados, en prisión preventiva por la Púnica desde hace dos años y medio, e Ignacio González, detenido ayer y a la espera de ver qué decisiones toma el juez Velasco.
La señora Aguirre, que ayer optó por guardar silencio y esquivar a toda la prensa de Madrid, no podrá eludir hoy ni la presencia pública ni las preguntas. Ella va a ser, junto con los detenidos e investigados de esta nueva operación de la UCO, Lezo, la protagonista de la mañana. Esperanza Aguirre, la reina que convertía ranas en príncipes.
¿Cómo está el asunto de la operación Lezo?
Pues repasamos:
• Detenidos hay siete:
- Su hermano Pablo.
- Su cuñado Juan José Caballero.
- Edmundo Rodriguez Sobrino. Como presidente que fue de la filial colombiana del Canal del Isabel II.
- Diego García Arias, que le sucedió en ese cargo.
- María Fernanda Richmon. Que fue directora financiera del Canal.
• Investigados, o imputados que se decía antes, parece que hay varias decenas, aunque no ha trascendido ni el número exacto ni la razón de que se les investigue. De esta lista sólo se han filtrado cuatro nombres: Lourdes Cavero, esposa de Ignacio González. Ildelfonso de Miguel, ex presidente del Canal de Isabel II.Paco Marhuenda, director de La Razón y contertulio, como saben, de este programa. Y Mauricio Casals, presidente del periódico. Hoy acude Paco a la Audiencia y allí podrá saber cuál es el motivo exacto de la parte de la investigación que le afecta y de dónde sale la acusación de que presionó a Cifuentes para que no levantara las alfombras del Canal. Conociendo a Marhuenda, seguro que no tiene inconveniente en contarnos luego a todos cómo ha sido.
Cristina Cifuentes, sucesora, que no heredera, de Esperanza Aguirre en el gobierno regional y en el partido, ha aportado al juzgado la información que ella ha podido reunir sobre las operaciones de la empresa pública. Con los medios de comunicación tampoco habló ayer, pero hoy podremos escucharla todo en el Parlamento autonómico. Donde el PP es el grupo mayoritario pero necesita a Ciudadanos para sacar adelante sus propuestas. Y Ciudadanos puso como condición, desde el minuto uno, que no quedara alfombra sin levantar cayera quien cayera. Y en el grupo parlamentario del PP hay una diputada investigada por la Audiencia Nacional y a la que en breve citará como imputada el Tribunal Superior de Justicia madrileño: Josefa Aguado, que es sector aguirrista, no cifuentista. Y sobre la que ya tiene puesto el foco Ciudadanos.
Así está el patio, éste es la situación, al comienzo de esta nueva jornada agitada en los juzgados de Madrid. No se descartan más sobresaltos.