CON LUIS RENDUELES Y MANUEL MARLASCA

Territorio Negro: Un pederasta en libertad

Luis Rendueles y Manu Marlasca narran en 'Más de uno' la historia de cómo las autoridades consiguieron detener a un peligroso pederasta que fue acusado de posesión y distribución de pornografía infantil

ondacero.es

Madrid |

Pocas historias más espeluznantes que las que tienen que ver con abusos de menores y pornografía infantil. Empiezo con un dato que es muy triste pero que conviene tener en cuenta: entre las cosas chungas que aumentan en Navidad está la actividad de los pedófilos en internet. Navidades significa vacaciones para los chavales, más tiempo jugando y brujuleando con el móvil. Eso lo saben los pederastas y los pedófilos, que estos días salen a cazar menores de edad porque saben que hay más posibles víctimas y más tiempo en las redes.

Los grupos especializados de la Policía Nacional tienen esos periodos muy estudiados. En Navidades, como en Semana Santa o en verano --también ocurrió durante el encierro por el coronavirus--, los pedófilos aumentan su actividad entre un diez y un veinte por ciento, es decir, hay al menos un diez por ciento más de menores de edad que van a ser víctimas de algún tipo de ataque o engaño de contenido sexual en las redes.

La deep web o ‘internet profunda’, que también la llaman. Allí hay foros de pedófilos, también algunos de pederastas, donde se defiende abiertamente el sexo con niños y niñas. En esos circuitos también se intercambian, como decías, grabaciones de imágenes de abusos sexuales a niños. Son delitos ya internacionales, planetarios, no hay fronteras. Imágenes de niños y niñas violados y agredidos son intercambiadas por pedófilos de todo el mundo a la velocidad de la red.

Eso complica la detención de los malos. Son delitos muy complejos de perseguir. Mucho. En tramas de ese tipo, la mayor parte de las alertas llegan procedentes de un organismo con sede en Estados Unidos, se llama en inglés Centro Nacional de Niños Desaparecidos y Explotados. Es una especie de ONG pero con muchos medios y apoyo del gobierno. Analizan decenas de miles de imágenes de niños abusados que circulan por las redes y, si consiguen averiguar la IP, la dirección del país desde donde han sido al menos descargadas en un ordenador, avisan, por ejemplo, a la policía española

Número de descargas de imágenes de pornografía infantil

Es más sencillo dar las cifras semanales de conexiones que buscan y mueven contenidos de pornografía infantil. Una semana normal, tranquila, no la de Navidad, hay unas 6.000 conexiones vinculadas a material de pornografía infantil desde España. Es decir, unas 900 al día. Eso no significa que sean 6.000 pedófilos, puede haber uno, de hecho la mayoría lo hacen así, que se conectan varias veces. Y también hay casos de adultos que están descargándose porno digamos de mayores, y se les cuela alguna imagen de menores.

Hay que tener en cuenta también que no todas son imágenes nuevas, con nuevos niños, nuevas víctimas. Esas son más escasas y se cotizan mucho más. Muchas imágenes llevan años circulando y se repiten. Los investigadores de la Policía ya conocen algunas casi de memoria, por desgracia. Y también que hay imágenes que se comparten en grupos privados, a los que la policía no puede llegar, y que pueden ser otras tantas. Es decir, siendo conservadores hablamos de unas 1.800 o 2.000 descargas de imágenes de pornografía infantil al día en España. Pero para no solo hablar de cifras, que siempre puede resultar un poco frío, os traemos un caso concreto.

Una descarga que activa las alarmas

Investigadores del Grupo 8 de la Policía Judicial en Madrid y el Grupo 2 de Protección al Menor reciben la noticia de sus compañeros que patrullan las redes. Alguien ha descargado dos imágenes duras de menores desde un ordenador con la IP en el barrio madrileño de Moratalaz. Como tienen la IP, la dirección del ordenador, los policías tienen pronto también la dirección física, el domicilio desde donde se hicieron esas descargas ilegales.

Acuden a la zona y comprueban que en esa casa viven dos ancianos, un matrimonio de clase trabajadora, jubilados. Aunque han visto casi de todo, piensan que ellos no pueden haber sido. La mujer queda casi automáticamente descartada, las pedófilas no llegan al uno por ciento de los casos, y el hombre tampoco les cuadra. Es entonces cuando descubren que tienen un hijo, Carlos, cuarentón ya, que vive fuera pero pasa algunas temporadas en la casa de sus padres en Madrid. Lo que ocurre es que esos días no está en España. Todo da un giro cuando la investigación coincide con la de otros policías. Examen sorpresa: cómo se llama la unidad que busca a los malos que se han escapado a otros países o a los malos de otros países que están aquí. Hemos hablado aquí de ellos.

Desde Suiza se ponen en contacto con el Grupo de Localización de Fugitivos para que les ayude a localizar en España a un peligroso pederasta, un tal Sven. En la nota que llega a los policías de Fugitivos se incluye que se ha fugado después de ser condenado por delitos muy graves, como abusos sexuales a menores allí en Suiza. También habría colgado imágenes de esos abusos en la red Tor. Los suizos creen que puede estar escondido en España porque tiene familia aquí, en Madrid, así que piden ayuda a la policía española para detenerlo y llevarlo de vuelta a Suiza, a la cárcel.

Carlos y Sven son la misma persona

Los dos grupos de policías se encontraron buscando al mismo tipo en lo que llamaron “Operación Vanadio”. Y lo encontraron, claro. Un cuarentón, soltero, con muchos conocimientos de informática, sin profesión conocida ni en España ni en Suiza. Al final estaba escondido en un apartamento que sus padres tienen en una urbanización de Mojácar, en la provincia de Almería. Allí fue detenido el pasado mes de junio y enviado a la cárcel. Lo que los policías encontraron en el apartamento y en el sótano no dejaba lugar a muchas dudas.

Sven o Carlos tenía más de veinte dispositivos electrónicos, miles y miles de archivos que aún se están analizando. Algunos por ejemplo, imágenes muy duras y muy explicitas de niños muy pequeños siendo agredidos sexualmente. Fue acusado de posesión y distribución de pornografía infantil. Además, había instalado una cámara en el tejado de la urbanización, una cámara que giraba 360 grados y que grababa imágenes de la piscina donde acudían cada día decenas de niños, la mayoría turistas extranjeros.

Estudio fotográfico en el sótano

En el sótano, este hombre tenía una especie de estudio fotográfico, con cámaras y una sábana blanca colocada de fondo, frente a ellas, para que las imágenes que se hicieran no tuvieran brillos y fueran totalmente nítidas. En la maleta le encontraron pañales, ropa interior de niños, chupetes. Las sábanas de la cama eran de Los Simpson. Y tenía, sobre todo, un oso de peluche que los pederastas y los pedófilos llaman 'pedobear' (Oso pedófilo) y que les sirve para reconocerse entre ellos y compartir, digamos, sus aficiones.

La parte buena es que este hombre fue localizado y detenido, aunque la historia no tiene aún un final feliz. Sven o Carlos está en libertad, suponemos que en España, mientras los policías españoles tratan de analizar las imágenes encriptadas que tenía en sus dispositivos. Todo se debe a una especie de fleco legal o una paradoja. Vamos a tratar de explicarlo. En primer lugar, no ha sido enviado a Suiza y no está en una cárcel allí porque ha cometido al menos un delito en España, la posesión y distribución de pornografía infantil.

Mientras ese delito que cometió en España no sea juzgado, y también mientras se investiga si cometió otros delitos más graves aquí, no puede ser enviado a Suiza. Por otro lado, como hasta ahora en España solo -y decimos solo entre comillas- se le acusa de un delito leve, según la jueza no debe seguir en prisión preventiva a la espera de juicio. La posesión de pornografía infantil está castigada con uno o dos años de cárcel generalmente, si no hay antecedentes o agravantes. Así que nuestro hombre, Carlos o Sven, sigue en libertad.