LOS PROTAGONISTAS DE 'ANNUAL, 1921'

Dámaso Berenguer Fusté

El general Dámaso Berenguer era el alto comisario de España en Marruecos cuando ocurrió el Desastre de Annual. Fue uno de los pocos altos cargos militares que no perdió la vida en aquel suceso.

ondacero.es

Madrid | 19.07.2021 06:23

Dámaso Berenguer, 'Annual, 1921' | Commons.wikimedia.org/Ondacero.es

Dámaso Berenguer Fusté nació el 4 de agosto de 1873 en San Juan de los Remedios, Cuba, hijo de Dámaso Berenguer Benimeli y Dolores Fusté Ballesteros, natural de La Habana.

Se trasladó siendo muy joven a la Península, donde obtuvo el empleo de 2º teniente de caballería en 1893. Al año siguiente, regresó a Cuba para participar en diferentes operaciones contra los insurrectos cubanos. Por méritos de guerra, en apenas tres años fue ascendiendo a teniente, capitán y finalmente, nombrado comandante en 1898.

Berenguer participó en la campaña del Kert de 1911-1912, dirigiendo los Regulares Indígenas de Melilla e intervino en varias operaciones por las cuales obtuvo numerosas condecoraciones y el puesto de coronel en 1913.

En 1916 fue nombrado gobernador militar de Málaga y entre julio y octubre de 1918 fue ministro de la Guerra. Berenguer se sentía más identificado con las Juntas Militares de Defensa que con los militares llamados “africanistas”.

El 25 de enero de 1919 fue nombrado alto comisario de España en Marruecos y desde esa posición diseñó un plan para la pacificación definitiva del Protectorado. En principio, obtuvo algunos éxitos como la toma de la ciudad santa de Xauen en 1920, por la que recibió el título de Conde de Xauen por parte del rey Alfonso XIII, con el que tenía buena amistad.

Igual que el general Silvestre, Berenguer consideraba que el Protectorado no estaría verdaderamente bajo dominación española hasta que no se ocupase la totalidad del territorio. Berenguer quiso priorizar las acciones contra el caudillo El-Raisuni en Yebala y Gomara, en el área occidental, operaciones que él mismo dirigió. Sin embargo, no supo imponer su criterio a su subordinado el general Silvestre en el desarrollo de la política y estrategia militar en la zona de Melilla, lo que acabó en el Desastre de Annual.

A diferencia de otros altos cargos militares, Berenguer no falleció en el Desastre de Annual, aunque como consecuencia de aquello, fue procesado y condenado a la separación del servicio y su pase a la reserva. Sin embargo, fue amnistiado por el rey y rehabilitado tras el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera.

El 30 de enero de 1930 el rey Alfonso XIII le nombró presidente del Gobierno y ministro de Defensa. El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República y, poco después, fue encarcelado en el alcázar de Segovia por su implicación en la dictadura, aunque amnistiado en 1934.

Berenguer no participó en activamente durante el golpe de Estado franquista de 1936 ni tuvo un papel destacado en la Guerra Civil. Finalmente, murió en Madrid el 19 de mayo de 1953.