El general Picasso elabora un extenso informe para depurar responsabilidades sobre lo ocurrido, y algunas fuerzas políticas -y un sector de la prensa- empiezan a apuntar al rey como responsable último del Desastre. Antes de que una comisión parlamentaria emita sus conclusiones, y ante las repercusiones que éstas puedan tener, el general Miguel Primo de Rivera da un golpe de Estado y establece, con el apoyo de Alfonso XIII, una dictadura militar.