Con Olvido Macías Cuentos chinos: 'Un clavo ardiendo'
Él buscaba un timón donde agarrarse para no caer en el vacío y ella un pirata al que salvar. Él tenía diecisiete años y ella dieciséis. Al muchacho no le faltaba detalle: mujeriego perdido con algún guiño a la homosexualidad de pago y aficionado a la droga. Ella sensible y adaptada a su rico mundo interior. Fue por casualidad que se conocieron en una discoteca. Él necesitaba – como el bíblico Lázaro- que le resucitaran y vio en ella a su redentora: esa cara de niña buena, esa limpieza interior.
ondacero.es
Madrid | 03.08.2015 12:32