La COP28 de Dubái es la mayor cumbre del clima celebrada hasta la fecha y también la que dejará la mayor huella de carbono, según estimaciones del Climate Intelligence Unit calculadas en base al número récord de delegados -97.000- y los 400.000 visitantes que viajarán hasta esta ciudad hasta el 12 de diciembre.
El cambio climático sigue avanzando y dejando efectos negativos en todo el planeta. A pesar de los numerosos estados asistentes a la cumbre climática de Dubái, se esperan pocos acuerdos efectivos en la lucha contra el calentamiento global, teniendo en cuenta que el país anfitrión es uno de los mayores productores de petróleo. Además, el presidente de la COP28, el Sultan Al Jaber, es también el director de la petrolera de los Emiratos Árabes que produce cuatro millones de barriles de petróleo al día.
Sin embargo, tanto los bancos como los fondos de inversión ya están adoptando regulaciones de impacto que serán clave para que cambien las cosas y se reduzca la producción y el consumo de combustibles fósiles.
Los compromisos de impacto favorecen que haya mucho crédito para el desarrollo de energías renovables de movilidad eléctrica y economía circular. Así, cada vez habrá menos crédito y éste será más caro para desarrollar petróleo y consumir combustibles fósiles, que son los que en mayor medida aceleran el cambio climático.
En concreto, España tiene el doble de horas de sol que nuestros socios europeos y una energía más barata que nos permite, por primera vez en nuestra historia, hacer un desarrollo industrial, bajar la tasa de paro, y mejorar los salarios.
A todos los efectos, la apuesta por las energías limpias y renovables debe ser nuestra prioridad como país.