Madrid | 16.06.2022 12:33
Tiendo a pensar que las cosas al final de arreglan. Que la vida tarde o temprano te devuelve lo bueno que le diste y que olvida en parte los malos momentos.
Creo en esa justicia poética que vuelve a poner las cosas en su sitio, en un uno donde las encuentres a simple vista.
Quiero pensar que después de las dificultades llega un tiempo de calma que desmonta la tormenta, en el que sale un sol que no quema y que calienta lo justo.
Me gusta imaginar que todo llega y que será para bien. Que aunque a veces no veamos nada claro, basta con limpiar los cristales de las gafas.
No se puede estar mal eternamente, no se debe estar mal inútilmente, no tiene sentido enrocarse en la desgracia ni hacer nido en ella. No hagamos de la tristeza virtud.
Las aguas siempre vuelven a su cauce, las temperaturas a su estado natural, los precios a su lógica artificial, el alma a su ser y el corazón a sus latidos.
Tiendo a subir, que suele ser bastante más agradable y menos cansado que subir a tender.