Madrid | 26.05.2022 12:33
No sé lo que les pasa a algunos hombres. A mí personalmente, a los que conozco y a la mayoría de los hombres de bien, que yo sepa, lo que nos pasa es que estamos asqueados, indignados, escandalizados por todo lo malo que les pueda pasar a las mujeres.
Que estamos comprometidos con las mujeres en todo aquello que les pueda afectar, preocupar, hacerles sentir mal o vulnerables, atacadas, agredidas, maltratadas, asesinadas, violadas o discriminadas.
No sé lo que les pasa a eso otros hombres que ejercen la violencia contra las mujeres, que se creen con derecho a destrozarles la vida, que se piensan superiores, mejores e intocables, que consideran a la mujer como un objeto o como seres que está en el mundo para hacer su voluntad a la fuerza.
Yo tampoco sé lo que les pasa. Hombres que tienen mi más absoluto desprecio, el de los hombres que conozco y el de la mayoría de los hombres de bien, que yo sepa y, las mujeres, el mayor de nuestros respetos, todo nuestro apoyo, todo cuanto podamos hacer.
Mujeres que deben saber que estamos a su lado, a favor de su causa, que es la causa de todos y frontalmente en contra de esos otros hombres, o lo que sean.
No sé lo que les pasa a esos hombres que carecen de humanidad, de sentido común, de empatía, de educación… pero si sé lo que les debería pasar: sentir cada día nuestra total repulsa, nuestro aislamiento, saberse señalados y que, llegado el caso, el peso de la ley no les deje levantarse para ejercer ningún tipo de violencia o intimidación contra la mujer ni contra nadie.
No sé qué les pasa, pero poco les pasa.