Javier Ruiz Taboada: "Si nadie atacara, no haría falta defenderse"
El periodista critica el sinsentido de las guerras y la poca grandeza de quienes las empiezan y condenan a su población a un sufrimiento innecesario.
¿Los que no están en contra de la guerra están a favor de ella? o simplemente están en contra de los que están en contra de la guerra.
Entiendo que esten a favor de la guerra: los traficantes de armas, los mercenarios, los terroristas, los dictadores de tres al cuarto, los violentos de Kelly o los relaciones públicas de la muerte.
El resto, si está en su sano juicio, no creo que quiera ver una guerra real ni en pintura y mucho menos los que ya han vivido o sido testigos de alguna.
La mayoría de las guerras se producen porque unos cuantos, a veces solo uno, deciden unilateralmente olvidarse para quien trabajan y tirar por la calle de en medio por un quítame allá unas tierras, unas aguas o unos gases. Gases, eso va a ser.
Para liarla parda vale cualquiera, para apretar un botón vale cualquiera, para ser lo peor vale cualquiera, para ser basura no reciclable vale cualquiera. Lo difícil es contenerse y no dejarse llevar por las provocaciones, las ínfulas o los delirios de grandeza.
Hay poca grandeza en condenar a tu población a un sufrimiento innecesario en aras de conseguir fines que suelen ser el fin de todo lo demás.
Una guerra son sus consecuencias, el minuto a minuto del dolor de quienes la padecen sin haber dicho esta boca es mía.
Que se invada un territorio o se conquiste no depende ni es culpa de los ciudadanos. Atacarlo o defenderlo depende de quien no debería estar ocupando ese cargo y esa responsabilidad si todo lo arregla a tortas o jugando con su gente a la ruleta rusa.
¿Cómo no nos vamos a defender si nos atacan? Se preguntan algunos.
Si nadie atacara, no haría falta defenderse o contraatacar.