Javier Ruiz Taboada: "El cotilleo es un arma de destrucción activa"
El periodista analiza la condición de los cotillas y advierte que "nadie somos nadie para juzgar a nadie".
Madrid | 29.11.2021 13:39
Si lo piensan nadie somos nadie para juzgar a nadie. Cada uno es como es y se rasca la espalda como puede.
El que tiró la primera caña por creerse libre de pescado, esa noche cenó un mojón con gambas, sobre lecho de algas, al aroma de eneldo.
Todos tenemos algo por lo que callar, no estamos para dar lecciones, porque si nos miraran a cualquiera el pasado con lupa, seguro que nos encontraban lunares y puntos negros que no sabíamos ni que existían. No hay historia que aguante un microscopio ni microscopio que esté por la labor de tener ciertas visiones.
El cotilleo, que no la curiosidad, es un arma de destrucción activa, que está al cabo de la calle y de lo que no es la calle. Los secretos de alcoba no deberían ser un secreto a voces, ni los de cuarto de baño, ni los de hamaca en la playa, ni los de Estado, ni los de astado.
Estamos deseando tener información, manejar noticias, intimidades, nos encanta airear la confidencialidad adquirida. Eso de: “Te voy a contar una cosa pero que no salga de aquí” es el principio de una cadena interminable de distorsiones que terminan tejiendo la peor de las mentiras.
Calladitos no estamos más guapos, estamos igual de feos, pero sin hacer mal a nadie ni tocar los perendengues.
No hay pasado que aguante una lupa ni lupa que lo resista.