Gastronomía de la Feria de Sevilla: jamón, chopitos, arroz con gurumelos y mucho rebujito
Con nuestro chef Robin Food y Leo Harlem viajamos hasta Sevilla para celebrar su Feria, el evento más esperado y multitudinario del año.
Esta mañana nos ponemos los trajes de flamenca, pendientes, zapatos, corbatas y flores para celebrar la Feria de Sevilla por todo lo alto, descubriendo cuáles son los platos, recetas y productos más típicos de esta fiesta.
Hablamos con Laura, una oyente que nos escucha desde su casa, en la mismísima portada de la Feria de Sevilla. Laura vive en El Real, donde comienza el recinto de la Feria, y decora su casa como si fuese una caseta de la Feria.
Todos los días invita a sus amigos a comer y después bajan a la Feria. Junto con su primo Antonio, cocina para el resto: papas con choco, garbanzos con langostinos, arroz con gurumelos...
Una vez dentro de la Feria, se come mucho jamón, chopitos fritos y se bebe mucho rebujito. "Todos los días vamos a la Feria y todos los días llevamos un traje nuevo", dice Laura que, aunque no es sevillana, le encanta esta fiesta y, sobre todo, compartirla con sus amigos.
Casetas familiares con décadas de historia
Después, charlamos con Marta, sevillana y con caseta familiar. Su familia de toda la vida trabaja en las casetas de la Feria y preparan cada día un tipo de guiso diferente, además de los platos típicos de los pescaditos fritos, tortilla de patatas o tomates aliñados. Hoy, por ejemplo, toca carrillada.
"Llevamos más de 70 años con la caseta", cuenta Marta, quien explica que la titularidad de las casetas pasa de padres a hijos. Además, en su caso, tienen la caseta registrada a nombre de todos los nietos para no perder la titularidad, como le ha ocurrido al PSOE, que ha perdido su titularidad por no pagar.
Marta nos recomienda ir a la Feria especialmente en el día de mañana, cuando se realiza el paseo de coches de caballos. Aunque a la Feria se puede ir vestido como se quiera, el sombrero de las mujeres nunca puede ser de color rojo y negro únicamente si se va en coche de caballos.
En la Feria, si la gente no va reglamentariamente vestida, la Policía les puede echar del Real. "Hay derecho de admisión basado en el buen gusto", dice Marta.
Diferencias entre las casetas de hermandad y otras privadas
También hablamos con Ángel, un oyente que se encuentra "dándolo todo" en estos días de disfrute compartidos con familia y amigos en "la ciudad más bonita del mundo". El hecho de tener caseta a día de hoy es casi un privilegio o lujo, algo por lo que Ángel se siente muy afortunado.
"Esto es como tener un columbario en un cementerio", opina Ángel, que acude a la caseta de su hermandad y a la caseta de Los Hispalitos, que le viene por parte de la familia de su padre y "define que somos de Sevilla".
La caseta privada está compuesta por socios -aproximadamente 40- que tienen que pagar dinero para su instalación y mantenimiento. Los socios a veces, tienen descuentos para los servicios culinarios. Las otras, por el contrario, son más amplias a la hora de admitir gente.
Comidas a la plancha, en freidora y chacinas
Por último, llama David, que trata de animar a David de Jorge a que vaya a la Feria. A la hora de trabajar, asegura que "la Feria es dura" y en el tema de comidas, suele haber poco espacio en las casetas para conservar las comidas frías. Por eso, se tira mucho de plancha, freidoras y chacina.