En España se cultivan al año alrededor de 4 toneladas de maíz, un producto que, si lo comparamos con el arroz o el trigo, se convierte en el cultivo de granos mayor variedad en términos de uso.
Paco Blasco, además de ser capitán militar en la base naval de Rota, donde trabaja como Instructor de remolcadores y petroleras, es también un apasionado de los productos de la tierra y siembra el maíz a través de permacultura, como lo hacían lo aztecas.
Se trata de "una técnica precolombina", con la que primero se cultiva el maíz y cuando la planta alcanza unos 40-50 centímetros de altura, se cultiva la judía, que se enreda y trepa entre los tallos de maíz -los suyos alcanzan hasta 4 metros de altura-.
A continuación, una vez que crecen los tallos de judía y de maíz, planta la calabaza, para darle una “alfombra” al suelo, que se encarga de conservar la humedad y hacer que el terreno sea cómodo para el cultivo.
"Es una técnica muy bonita, que no se hace porque el cultivo del maíz se realiza a nivel extensivo", explica Paco, que se considera un "friki" del tema. Al final, lo bueno de esta técnica precolombina es que se cosechan tres productos a la vez.
El maíz se recoge entre los 90 y 120 días de plantado y el grano tiene que estar en estado lechoso. Si nos pasamos por exceso de maduración, el azúcar del maíz se convierte en almidón y, por tanto, se desecha o se utiliza para palomitas.
También una forma de saber cuándo recoger el maíz es prestando atención a la mazorca. "Cuando los pelillos de la mazorca se vuelven de color rojizo, es una señal de que se está secando", dice Paco.