En el caso de David Fuentes, bombero de la Comunidad de Madrid y AENA, estaba en su segundo año de la carrera de INEF cuando se planteó hacer las oposiciones de bombero. "Me atrajo mucho la idea por estabilidad, calidad de vida", cuenta ahora mientras reconoce que la vocación por su trabajo le vino después, una vez que empezó a ejercer; "el amor por el servicio lo adquirí cuando me convertí en bombero, no durante la oposición".
David, que es también formador y creador de varias academias de oporitores ('Formación Ninja', 'Opoland' y 'Bombero Ninja', su blog), nos explica lo importante que es para un opositor sentirse rodeado de gente que se dedica a lo mismo. "Durante la oposición se pasa mucho tiempo en soledad. Lo normal es que cada uno lleve su propia lucha con su familia, amigos, pareja...", dice. Por eso, es crucial tener un equipo que te comprenda y te ayude; "gente que esté recorriendo el mismo camino que tú, ayuda mucho".
Para aprobar las oposiciones a bombero de la Comunidad de Madrid se necesita estudiar unas 6-7 horas diarias de estudio. También hay que aprobar las pruebas físicas, que son bastante exigentes, pasar un reconocimiento médico y una prueba de fobias, como fobia a las alturas. Por último, hasta ahora había que pasar una prueba de conducción de camiones, que ya no será necesario en las próximas convocatorias.
Por último, David recomienda pedir siempre consejo y ayuda a quienes ya han aprobado la misma oposición. A pesar de ello, no quiere desanimar a quienes no aprueban, pues el hecho de quedarse fuera de un examen no determina estar menos capacitado para el puesto. "Cuando estás opositando tienes que ser de los mejores, pero eso no evalúa tu capacidad como profesional", explica.
Por su parte, Miguel Álvarez de Cienfuegos es Fiscal en la Sección Territorial en Santa Cruz de La Palma y estuvo ocho años y medio estudiando. Durante siete años se estuvo preparando las oposiciones por su cuenta, pero suspendía la última prueba oral. Sin embargo, decidió seguir adelante e irse a vivir a una residencia de opositores. Desde siempre tuvo claro que iba a opositar, pero eligió ser fiscal porque su preparadora de oposiciones lo era también; "es lo mejor que me ha podido pasar porque la profesión es preciosa".
Desiré Miranda es opositora a la Administración Pública del Estado y de la Comunidad de Madrid, a las que lleva tres años esperando que salgan las plazas. Ella, con dos hijos, admite que es muy complicado compatibilizar el estudio con el trabajo y con la vida familiar. Por eso, dejó de trabajar para poder opositar y estudiar entre 8 y 9 horas diarias.