Para conocer el origen del actual carnet de conducir nos tenemos que remontar 125 años atrás. Un reglamento del Ministerio de Fomento firmado en 1897 estableció las normas para los vehículos "cuyo motor no sea la fuerza animal" y a partir de entonces se exhigió a los conductores una acreditación para conducir vehículos a motor.
Nuestra compañera Alicia Heras a se ha trasladado hasta la Autoescuela Merinero en Alcobendas para acompañar en sus clases prácticas a Naiara, alumna en proceso de sacarse el carnet de conducir. Junto con ella se encuentra su profesor, Carlos Peláez, que lleva siete años trabajando en esta autoescuela y "cada día me gusta más", confiesa.
Naiara, de 18 años, aprobó a la primera el examen teórico estudiando por su cuenta. Ahora, lleva alrededor de 14 clases y de momento le encanta conducir: "vengo súper feliz a las clases". Además, necesita el carnet de conducir para trabajar, pues es técnico de emergencias sanitarias.
Por otro lado, Juan Luis Núñez, formador de examinadores, lleva 28 años examinando a futuros conductores. Entre los peores casos que recuerda menciona a algunos alumnos que ni siquiera pudieron sacar el coche del centro de exámenes, "gente que directamente se da contra la primera columna que hay".
Juan Luis Núñez anima a todos aquellos que todavía no conducen asegurando que "es una de las actividades de la vida que acometemos con la posibilidad de tener un 100% de éxito, nadie conoce a nadie que no se haya sacado el carnet de conducir".
El año pasado de más de un millón de alumnos que se presentaron al carnet de conducir, aprobaron el 50%. "La mayor parte de la gente, más del 80%, aprueban entre la primera y la tercera convocatoria", opina Juan Luis.
'No me gusta conducir' es una serie en tono de comedia dirigida por Borja Cobeaga. En la ficción, el protagonista interpretado por Juan Diego Botto, intenta sacarse el carnet de conducir a los 42 años.
La serie habla de la experiencia del propio director al verse en la obligación de sacarse el carnet de conducir porque se muda junto a su familia a las afueras de Madrid, a Las Matas.
En su caso, fue su mujer quien le obligó a sacarse el carnet de conducir. "Me matriculó en una autoescuela como regalo de cumpleaños", recuerda Borja, que tardó aún dos años más en aprobarlo.