Madrid | 28.02.2022 07:48
1.- Se acusa a la OTAN, a Europa y a EEUU de pasividad, pero ¿realmente es verosímil y juicioso declarar la guerra a Putin, siendo Rusia una potencia nuclear y estando al frente un patriarca desquiciado?
2.- ¿Estamos dispuestos en Occidente, entonces, a enterrar compatriotas, a exponernos a represalias militares, a cuestionar nuestro bienestar, a ir de voluntarios? Lo digo porque no hay nada más vacuo que el No a la guerra. Eso ya lo sabemos.
3.- Ahora bien, ¿la ausencia de una respuesta o de una resistencia no le daría a Putin el control de Ucrania y serviría de trampolín a nuevos objetivos territoriales? De momento ha amenazado a Suecia y a los Bálticos. Y ha sacado a pasear el maletín nuclear para intimidar las sanciones.
4.- ¿Podrían tener en cuenta quienes ejercen la ñoñería pacifista que en pleno siglo XXI, en pleno siglo XXI, no solo hay una guerra en Ucrania, sino otra sin terminar en Siria -600.000 muertos-, más la de Yemen, las civiles en Somalia y Darfur, más la insurgencia de Boko Haram, más los otros conflictos africanos en Sudán, República Centroafricana, más Birmania….?
5.- Putin ha engañado a Macron y a Biden. ¿Pero no es un poco peligroso haberle tomado el pelo a Xi Jinping? Que China sea la gran esperanza de Putin no significa que a la autocracia asiática le convenga una guerra que cuestiona la soberanía nacional.
6.- ¿Por qué no se disuelven las Naciones Unidas? Que Rusia pudiera vetar la resolución que condenaba la invasión demuestra que la ONU es rehén de Moscú y de Beijing. China se abstuvo, claro. La India, también.
7.- Boris Johnson teme una III Guerra Mundial, de acuerdo, ¿qué tal si entre tanto pone coto a Londongrado, o sea, a los privilegios con que los oligarcas rusos blanquean y relucen sus finanzas en la capital británica?
7 y media.- ¿Sigue pensando Junqueras que Cataluña es Ucrania y qué por tanto…?