Loli de Lleida, nos cuenta la "no boda" a la que la invitaron. A pocos días de la celebración los novios "avisaron por WhatsApp" de que no se casaban "porque se habían enfadado". Algunos de los invitados les habían regalado un viaje a Tenerife para la luna de miel, y pese a no haber celebrado ni boda ni banquete "se acaban de arreglar y se han ido al viaje".
Desde Girona nos llama Teresa para recordar la boda de la hija de la alcaldesa de su pueblo: "Cuando terminó la fiesta el novio se desnudó borracho diciendo que se había casado por dinero, que no la quería", cuenta, y señala que la pareja "Se fue del pueblo de la vergüenza que pasaron".
El matrimonio de Concepción, de Madrid, dura ya 47 años pero no tuvo el mejor comienzo. "El cura como sabía que iba embarazada nos casó en una misa de difuntos", explica. "En un lado la familia llorando y nosotros en el otro casándonos", recuerda.
Y Antonio de Murcia tuvo una boda no apta para supersticiosos. Fue "el 11 de septiembre" en un pueblo llamado "Las torres". Nada más llegar, mientras esperaban para entrar, se encontraron "con un cortejo fúnebre que salía de la iglesia", y durante la ceremonia "hubo una tormenta con mucho ruido" que más tarde se enteraron de que había inundado la casa de sus padres: "estaban los amigos tomando el aperitivo mientras mis padres achicaban el agua de dentro de la casa".