Fernando Ónega: "Si Sánchez provoca irritación social como hasta ahora, Casado puede repetir el fenómeno Ayuso"
Fernando Ónega analiza en Más de uno la convención nacional del PP en la que el líder, Pablo Casado, salió reforzado.
Madrid | 04.10.2021 07:45 (Publicado 04.10.2021 07:42)
Los efectos eufóricos de un congreso de partido tienen tres mediciones: la respuesta de la militancia, la valoración mediática y el calado en la sociedad. La respuesta de la militancia justifica la euforia: si el reto era ocupar espacio durante una semana, llenar la plaza de toros como traca final y sacar a hombros al líder, se consiguió.
Hubo atención, hubo baño de masas y a Casado, ni Ayuso se atreve a hacerle sombra. Éxito completo. Donde se rompe la unidad es en los medios, y la división de opiniones se plantea en sus términos dramáticos: si se acercó a Vox o marcó distancias, y esa es la gran duda. Acercarse a Vox puede tener la ventaja de quitarle de votos, pero también el problema de darle la razón. Y ser más radicalmente conservador puede dar vida a Ciudadanos como partido liberal necesario.
En cuanto al calado en la sociedad, que es lo que importa, un congreso poco decide. Lo deciden las sesiones de control, las soluciones y la confianza que el líder inspire. Un Casado tan furibundo contra Sánchez hace que el futuro político dependa más de Sánchez que del PP. Si Sánchez provoca irritación social como hasta ahora, Casado puede repetir el fenómeno Ayuso. Si Sánchez ocupa la centralidad, es peligroso prometer derogar sus leyes. Y en todo caso, el comentario es obvio, pero no lo pueden olvidar en Génova: un político no se hace presidente porque lo proclamen 80 oradores, sino porque lo quiere la sociedad. Y eso es lo que Casado tiene que ganar.