Fernando Ónega: "PSOE y Podemos se reparten los trofeos para que no parezcan dos gobiernos"
Fernando Ónega reflexiona en Más de uno sobre el choque constante entre los dos partidos de Gobierno.
No hay día sin encontronazo. Y hay días de dos, como ayer. Y con una singularidad: en algunos asuntos, nada menos que en lo que afecta a la monarquía o al rey Juan Carlos, Podemos se entiende mejor con independentistas que con su presidente de Consejo. Las agresiones a la ministra de Defensa llevan la confrontación al ámbito personal. Y mientras Sánchez proclama lealtad al pacto constitucional del 78, Iglesias abandera el movimiento republicano.
Es decir, que la respuesta a tu pregunta de si Podemos es a la vez oposición y gobierno es afirmativa y lo ha sido durante el año que llevan de coalición. Gobernar no parecen gobernar mucho, pero hacen ruido. Su estrategia es transmitir a la sociedad que es el aguijón social del gabinete para que el sector socialista parezca la derecha económica y ellos la izquierda real. Por utilizar un viejo lenguaje, Podemos sería el partido de los pobres, y el PSOE el partido de la gobernanza de cuestiones de Estado, o algo así.
La convivencia de las dos tendencias es posible, porque a Sánchez le viene bien esa imagen centrista y sosegada, regalo de Podemos, e Iglesias no pierde su imagen de líder transgresor. Quizá sean dos ficciones, pero ese es el juego. Lo importante para ellos y su permanencia en el poder es que no parezcan dos gobiernos. Por eso se reparten los trofeos. Unas veces gana uno, otras veces gana el otro, y así van tirando con la ilusión de ocupar todo el espacio de izquierda, el moderado y el radical.