Para darle vitola de liberal, lo de Ayuso me parece barato. Como acabas de apuntar, 3 millones de euros en un presupuesto de 20.000 es poco, casi una limosna, para tan alta calificación. Para ser una gran operación publicitaria, es evidente que consigue el objetivo, no hay más que ver algunos titulares y las fotos que se publican, pero le falta dimensión y le sobra endeblez.
Le falta dimensión, porque regalar cincuenta céntimos anuales a cada contribuyente madrileño no parece suficiente para comprar su voto y pone fácil la crítica de la izquierda. Es más populista que publicitario. Así que, entre la gran filosofía política y la rentabilidad de imagen, este cronista intuye una tercera vía.
La del “ayusazo”; la gobernante que se pone en jarras y le dice a Ximo Puig, el del impuesto especial a los madrileños; a María Jesús Montero, la de la armonización fiscal; a Pedro Sánchez, el de la recuperación justa, y al mismísimo lucero del alba: ¿no queríais caldo? ¡Pues tomad tres tazas! Tiene un inevitable asomo de rebeldía muy de Ayuso; un borroso límite con una jugada gamberra y juvenil de Miguel Ángel Rodríguez; un sugestivo aroma chulapo de “pa chula yo”; un aire de provocación a Pedro Sánchez de demostrada rentabilidad, y algo que ya nadie le quita a Díaz Ayuso: ser la primera, única y quizá última gobernante que no cobra impuestos propios.
La calificación de liberal, que la ponga quien expide ese certificado, que es el profesor Rodríguez Braun.