Madrid | 12.11.2021 07:40
Hace un par de meses tuve esa visión en el comentario de las 8:30. Hubo algo que me hizo sospechar que estábamos ante el final de Podemos. Incluso improvisé un epitafio: “Duró menos que la UCD”. Lo de mañana en Valencia tiene ese aire, pero ya se cuidará Yolanda Díaz de que no lo parezca.
Ella no es Podemos, pero está en el grupo de Unidas Podemos. Y ella es inteligente, tiene estrategia, sueña con su propio modelo, pero sabe que estas cosas hay que hacerlas, como dicen en su tierra en la mía, “a modiño”.
A modiño es no precipitarse, que las uvas están verdes. A modiño es que esa cumbre de Valencia la convoque Mónica Oltra. A modiño será transmitir que es una reunión femenina, una reunión de mujeres con público invitado, pero un acto de Unidas.
A modiño es que Yolanda Díaz evite abrir en este momento una guerra con Ione Belarra, secretaria general de Podemos, que desestabilice el Consejo de Ministros y, sobre todo, desestabilice a la propia Yolanda.
Y, suponiendo que el futuro del proyecto Díaz pase por sacrificar a Podemos, a modiño es aplicar aquello que un ministro de la gobernación decía a los gobernadores civiles: si no pueden ser castos, sean por lo menos cautos. Y ser cautos es saber que Podemos puede ser una dificultad para el proyecto sosegado de Díaz, pero sin Podemos hoy por hoy no se une toda la izquierda.
Y todo nos lleva a la misma conclusión que parece la letra de un mambo: a modiño, a modiño, a modiño se avanza mejor.