Madrid | 17.02.2022 07:46
La importancia definitiva la medirán los hechos. Si hubo adjudicación de un contrato público a un amigo y si ese amigo pagó una comisión ilegal, la importancia es máxima, porque nos situaría ante un caso de corrupción de consecuencias políticas inevitables.
Mientras eso se aclara, se impone otra consideración. Doy por cierto que una persona de la confianza de Génova y con trabajo en el Ayuntamiento de Madrid recibió el encargo de investigar las cuentas del hermano de Isabel Díaz Ayuso y del presunto pagador de la comisión.
Doy por cierto igualmente que, al no conseguir nada, delegaron en una agencia de detectives. Si ese trabajo tuvo la finalidad ética de limpiar desde dentro, o al menos de aclarar un rumor, merece elogios.
Ahora bien: si la oscura investigación se montó sin datos para destruir a la señora Ayuso por sus malas relaciones con la dirección nacional o por simples celos; si se organizó como una cacería para destrozar su liderazgo porque compite con personas más obedientes a Génova, estaríamos ante un caso más de encanallamiento de la vida pública. Estaríamos ante un intento de asesinato político de una dirigente.
Para desgracia del PP, estaríamos ante la ruptura definitiva de Ayuso y Casado. Y para asombro general, estaríamos ante un comportamiento mafioso. Lamento hacer este juego fácil, pero el nombre del presunto investigador se llama Carromero.Solo hay que cambiar una letra para que sea Carroñero.