EL INDULTADO DE RUBÉN AMÓN

Amón indulta a Iván Redondo: "Lo mismo recomienda un mensaje contra la inmigración que pide acoger a los del Aquarius"

No sé si le conviene a Pedro Sánchez el protagonismo que está adquiriendo nuestro indultado de la jornada, Iván Redondo. Hablamos de su jefe de Gabinete, pero más lo hacemos de todas las ideas y audacias que se le atribuyen, más o menos como si el presidente del Gobierno fuera su Pigmalión, cuando no su Frankenstein.

Rubén Amón | @Ruben_Amon

Madrid | 06.07.2018 10:10

Iván Redondo es una persona y es una abstracción. Se convirtió en asesor de Sánchez cuando Sánchez estaba desahuciado. Y representa ahora una especie de poder ubicuo y amorfo. A Redondo se le atribuye la idea de la moción de censura, el criterio del equipo ministerial, la acogida del Aquarius, aunque también para compensar se le atribuyen los grandes errores. Desde las manos del presidente hasta la chapuza con que se ha urdido el reparto de la RTVE.

Se diría que nos gobierna Iván Redondo. Y no es realmente así, pero resulta llamativa la relevancia del escudero. Y el desconcierto que ha provocado en la familia socialista. Porque es un cuerpo extraño en lo orgánico y en lo ideológico. Y porque antes de alistarse en el equipo de Sánchez se había pluriempleado como coach del Partido Popular.

Hizo de José Antonio Monago el barón rojo de Extremadura, rompiendo 30 años de hegemonía socialista. Trabajo para Basagoiti en Euskadi. Y fue el consejero de García Albiol en la campaña de las municipales de 2007, formalizando un lema xenófobo que reivindicó la dureza del señor alcalde: Limpiando Badalona.

Nótese la paradoja y el posibilismo de Redondo como asesor aséptico. Lo mismo recomienda un mensaje contra la inmigración que recomienda el mensaje contrario para acoger a los pasajeros del Aquarius. Y no hay que reprochárselo. El doctor Redondo reconoce al paciente, hace el diagnóstico y prescribe el tratamiento, aunque semejante academicismo no contradice las cualidades milagreras de su terapia: a él le ha crecido el pelo y Sánchez ha encontrado un atajo para llegar a la Moncloa.