Monologo de Alsina: "Sayonara, Trump"
Carlos Alsina analiza en su monólogo de Más de uno el fin de la legislatura de Donald Trump y el inicio de la de Joe Biden. Además, habla sobre las altas cifras de coronavirus que tenemos en España y el posible adelantamiento del toque de queda.
Madrid | 20.01.2021 08:24
El día en que se acaba Donald Trump. Bueno, su presidencia de cuatro años. Frente a quienes auguraban, el día que ganó, que el mundo se iría a tomar viento con un presidente como éste, el mundo, y la Casa Blanca, y las instituciones de los Estados Unidos han sobrevivido a los modos de ejercer el poder, los abusos de poder, el conflicto por el conflicto, la satanización del adversario, los modos groseros y la desinformación gubernamental que han caracterizado a este presidente tan poco presidencial.
El Capitolio sigue en pie, como la Casa Blanca, como el país, bien es verdad que aquejado del deterioro institucional que produce el populismo extremo y de la polarización y el enfrentamiento social que el populismo cultiva y alimenta. Cuestionar que las instituciones democráticamente elegidas representen la voluntad real de los ciudadanos es, bien lo sabemos, una de las constantes de los líderes que aspiran a debilitar esas instituciones para reforzarse ellos a su costa.
El epitafio político de Trump lo escribió ayer el portavoz del Partido Republicano (o sea, el suyo) en el Senado. El más veterano de los senadores, McConnell.
Desde esta tarde (y lo contaremos hoy con detalle en La Brújula) Biden tiene que pasar de las promesas a los hechos: la promesa de sanar el país, como dice él, atajar la pandemia, revertir la política migratoria, volver al Acuerdo de París sobre el cambio climático y restablecer la sintonía con los gobiernos europeos, entre otras cosas.
A diferencia de otras ceremonias de toma de posesión, a la de hoy no asiste el presidente saliente (porque no quiere) y habrá más soldados de la Guardia Nacional que público. La epidemia de coronavirus ha hecho que se restrinja la celebración y no se celebrará la cabalgata posterior al discurso inaugural del presidente. Lo que habrá es una celebración virtual, transmitida por televisión, con Lady Gaga, Bruce Springsteen y Jon Bon Jovi conducida por Tom Hanks.
En España la epidemia (tercera ola) sigue empeorando. En el peor día de la segunda, nueve de noviembre, la incidencia media del país marcó los 530 casos por cien mil. Hoy estamos en 714. Y subiendo.
Subimos un poco menos rápido que hace una semana, pero subimos. O sea que meseta aún no se atisba. Y a la vez que sube la incidencia general suben también las hospitalizaciones: 54 % de ocupación de UCI en la Comunidad Valenciana, 50 % en La Rioja, 46 % en Cataluña, 42 % en Madrid.
Esta tarde el ministro Illa escuchará a los consejeros autonómicos de Castilla y León, Andalucía, Castilla La Mancha, el País Vasco, Murcia, Galicia, la Comunidad Valenciana pedirle que abra la mano a estirar el toque de queda para poder recluir a la población en casa desde las ocho de la tarde. Frente al criterio de estos gobiernos, y sus técnicos, el criterio del ministerio y de su técnico Simón, contrario a estirar el toque de queda y partidario de esto que han hecho Navarra o la Comunidad Valenciana: vaciar los bares o cerrar del todo la hostelería. Tanto en Navarra como en la Comunidad Valenciana como en Castilla y León los propietarios de bares y restaurantes se revuelven contra lo que entienden que es una criminalización del sector y un daño irreparable a estos negocios que no está sirviendo tampoco para mantener a raya el virus.
Queda un tercer criterio, que es ni pedir más toque de queda ni vaciar los bares. Es decir, Isabel Díaz Ayuso, voz discrepante en el PP.
Imagine la cara de Mañueco, de Feijoo, de Juanma Moreno, que están pidiendo más toque de queda, al ser presentados como enterradores de la hostelería por su compañera de partido.
Esta tarde veremos qué sale de la reunión entre gobiernos y si Moncloa cede y envía al Parlamento una revisión del estado de alarma.
El presidente Sánchez perdió el gusto por la homilía y ahora sólo se deja ver con cuentagotas. Y para manifestar, como hizo ayer, que él cree que acabaremos superando la pandemia, pues menos mal.
El faro de la resurrecsión del turismo. (Esto del faro le ha quedado regulero a la fábrica de eslóganes de la Moncloa: anda en horas bajas este departamento en otros tiempos tan creativo.
Al final a lo que se confían todos los gobiernos, y a lo que nos confiamos todos, es a que la vacunación se acelere y lleguemos al verano con la mayoría de la población vacunada. En Murcia se ha dado prisa el consejero de Sanidad, de nombre Villegas. Él y decenas de funcionarios de su consejería que no forman parte de los grupos vulnerables ni prioritarios. El consejero alega en su descargo que él es médico de la sanidad pública. Ya hombre, pero es médico en excedencia: su actividad presente es consejero del gobierno López Miras. Y en esa condición no aparece en ningún protocolo que tenga que recibir la vacuna antes que el resto. Hay tormenta en el gobierno de coalición porque la portavoz del gobierno, que es de Ciudadanos, exige que el consejero dimita. Sí, ha escuchado usted bien: la portavoz del gobierno murciano exige que el consejero de Sanidad murciano dimita. Luego dice el PP que el gobierno de coalición Sánchez e Iglesias es una jaula de grillos. Pues mira éste.
La semana pasada fueron los alcaldes de varios municipios valencianos (tres del PSOE, uno del PP), hoy es un consejero autonómico. Lo de colarse en la lista de vacunación también es contagioso.