OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Uso y abuso del Parlamento catalán"

Carlos Alsina reflexiona en Más de uno sobre que lo más grave que sucedió ayer en Barcelona no es que ERC y JuntsxCatse pusieran de acuerdo para obligar a Sánchez a hacer pasar por constitucionales el referéndum y la amnistía, lo grave es que reincidan en apropiarse del Parlamento de Cataluña.

Carlos Alsina

Madrid | 29.09.2023 08:29

Tendrán menos votos que nunca, en generales, estarán más divididos que nunca, entre ellos, pero ahí los tienen: exhumando el frente común independentista, resucitando el rodillo y volviendo a utilizar el Parlamento de Cataluña para sus intereses partidistas. Ésta debe de ser la famosa pacificación del conflicto.

Lo más grave que sucedió ayer en Barcelona no es que Esquerra Republicana y Junts per Cataluña se pusieran de acuerdo para obligar a Sánchez a hacer pasar por constitucionales el referéndum y la amnistía (ellos sabrán hasta dónde quieren apretar al candidato al que le faltan veinticuatro diputados para poder ser investido). Lo grave es que reincidan en apropiarse del Parlamento de Cataluña. Utilizándolo como un órgano de presión. Pretendiendo que el Parlamento autonómico, entiéndase, la mayoría indepe, puede decirle a los diputados catalanes en Madrid lo que tienen que hacer, a quién han de investir, a quién no, y bajo qué condiciones.

"Así, al menos, dejarán de ofrecer este espectáculo tan penoso de competir entre ellos cada día por acaparar focos y micrófonos"

Si Junqueras y Puigdemont quieren retomar su casamiento para ir juntos a la negociación con Sánchez, en su derecho están. Así, al menos, dejarán de ofrecer este espectáculo tan penoso de competir entre ellos cada día por acaparar focos y micrófonos. A este paso a Junqueras le van a hacer des-cuento en el Ave por lo mucho que lo utiliza (el gusto que le va cogiendo a predicar en Madrid, que es una ciudad abierta, no una caverna; aunque hasta ayer tuviera un concejal cavernario llamado Viondi).

Esquerra y Junts podían haber hecho ayer un comunicado conjunto con el plan de financiación que ofrecen para la investidura de Sanchez, el precio, el pago y los plazos. Pero no, tenían que involucrar al Parlamento de Cataluña para crear la distorsión de que es la sociedad catalana la que negocia a través de ellos.

Eso dice la resolución que, tan divididos como están, tan debilitados como se les quiere ver, pactaron ayer: que las fuerzas políticas catalanas con representación en las Cortes no deben apoyar la investidura si el candidato no se compromete con el referéndum. Dices: fuerza política catalana en las Cortes es el PSC. La que más diputados tiene, por cierto. ¿Y el Parlamento catalán le va a decir al PSC que no invista a Sánchez, o a En Común, segunda fuerza más votada en las generales? Desde el punto de vista legal, e institucional, es un perfecto dislate. Un sindiós. Pero el mensaje político queda claro: es Cataluña quien le pone condiciones a Sánchez. El cuento de siempre. Actualizado en su versión 2023.

Resoluciones a votar hoy en el Parlament

Dos resoluciones van a votar hoy en el Parlament. Una, que exige al futuro candidato la amnistía. Otra, que le exige comprometerse a empezar a recorrer el caminito hacia el referéndum. La primera saldrá aprobada, por el rodillo indepe. La segunda no, pero sólo porque a la CUP le parece blanda. En-tiende que se acepta que el referéndum sea pactado con el Estado, el fa-moso fake del referédum pactado, y eso le parece intolerable porque el referéndum que vale es el que ya se celebró, el del primero de octubre.

¿Es eso lo que ha respondido el presidente?

Aceptar dar pasos hacia el referéndum es admitir que puede celebrarse un referéndum. De modo que Sánchez ya tiene a lo que responder. Cuando le parezca oportuno. A la prensa afín al gobierno central le parece que los in-dependentistas se resisten a aflojar en sus posiciones de máximos. Pero la prensa indepe llama a estas resoluciones acuerdo de mínimos. Qué menos que pedir amnistía y autodeterminación, qué menos.

Si eres presidente de gobierno y le ponen para condición para seguir siéndolo un referéndum que no cabe en la Constitución porque hurta a la población española su derecho a decidir sólo puedes dar una respuesta: pídanme uste-des algo que esté en mi mano darles, no un imposible. Cualquier otra res-puesta supone admitir que ese referéndum es posible. ¿Es eso lo que ha respondido el presidente? A ver, él de viva voz no ha hablado porque él está en predicar lo seguro que está de que seguirá gobernando y lo sólida que es la mayoría progresista (desde que ha convertido a la derecha independentista catalana y a Bildu en la quintaesencia de lo progre).

El PSOE difundió anoche un comunicado

Dice que no hay que profundizar en la ruptura y la discordia porque por ese camino no hay avance posible. Cabe interpretar esta frase como un ‘no pidáis lo que no se os puede dar, home’. Pero seguramente es precipitarse concluir que aquí se acaba la negociación: unos exigen referéndum, los otros los mandan a tomar viento. Raro sería que todo fuera tan sim-ple, ¿verdad? La legislatura pasada nos dejó algunas lecciones. La principal, que los comunicados son elásticos para que cada cual pueda interpretarlos como guste. La ambigüedad es marca de la casa desde el día que Sánchez se vio en Pedralbes con Joaquim Torra. En el papel ponemos no judicializar la política y luego ya, con el tiempo, derogamos la sedición, abaratamos la corrupción y, en última instancia, amnistiamos.

Cómo acabará la historia está por verse

Al PSOE le cabe decir que referéndum de autodeterminación no va a poder ser (porque es inconstitucional, injusto e inconveniente; todo lo que decían hasta anteayer de la amnistía). Pero le cabe decir también que algún tipo de consulta sí que es posible. Al-gún tipo. Sobre un acuerdo previo que sirva al reencuentro y no a la ruptura. En fin, los clásicos. Junts y Esquerra han hecho un papel al que el PSOE ha respondido con otro papel. Cómo acabará la historia está por verse.

Poner en su sitio a Viondi

Perdió la oportunidad la ex ministra Maroto, hoy concejal socialista de oposición en Madrid, de poner en su sitio al tal Viondi. Si uno de los tuyos se

permite la chulería de acercarse hasta el alcalde para darle una palmaditas en la cara mientras le dice ‘te estás equivocando’ lo que procede no es pedir disculpas y defender el respeto a la palabra, es decirle: ‘Viondi, majo, vete a tu casa porque no eres digno de permanecer en la nuestra’. O sea, lo que hizo Juan Lobato, el líder del PSOE madrileño que ha demostrado tener los reflejos y la sensatez de la que ha carecido Reyes Maroto. Fue Lobato quien le pidió que se largara y fue Viondi quien asumió que tenía que largarse. Las disculpas de poco valen cuando lo que has exhibido, de forma tan cruda, es tu talante.

Resulta que Viondi había estado defendiendo en el pleno que un centro deportivo lleve el nombre de Jennifer Hermoso. Y luego se creyó con derecho a darle unos cachetes a otra persona sólo porque a él le apetecía. Tanto ha-blar de Jenni para acabar siendo Rubiales.

Vídeo del Monólogo