Monólogo de Alsina: "El encomiable esfuerzo por ilusionar del soldado López"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la oficialización de la candidatura de Óscar López para liderar el PSOE-M.
👉 Óscar López presenta su candidatura para liderar el PSOE-M dispuesto al enfrentamiento con Ayuso: "Nos vamos a divertir"
👉 De Óscar López a Miguel Ángel Rodríguez: los jefes de gabinete más sonados de los últimos años en la política española
Madrid |
Es el día de la Constitución, más de cuarenta y cinco años ya de vigencia de la carta fundacional de nuestra democracia, ¿no, majestad?
Eso, cuarenta y seis. Cuarenta y seis años nos contemplan. Y con tal motivo las Cortes celebran el acto institucional de cada año, con discurso de la presidenta Francina Armengol, que es verdad que no se distingue por la altura literaria de sus intervenciones pero que es posible que, por una vez, se anime a hacer un discurso propio de presidenta neutral de un Parlamento y no de delegada del gobierno en las Cortes.
Los que no acuden porque tienen otras cosas que hacer...
Como es tradición, boicotean el acto parlamentario de hoy los grupos parlamentarios del independentismo catalán, vasco y gallego, incluyendo al PNV, tan institucional sólo para lo que quiere; y el tercer grupo parlamentario en número de diputados, que es Vox. No lo boicotean, pero simplemente no acuden porque tienen otras cosas que hacer, la vicepresidenta Díaz y el ministro Urtásun, o sea, las dos caras visibles de lo que va quedando de Sumar.
Se lo pierde, también, Oscar López. El ministro para la transformación madrileña, que tiene reunión con sus colegas europeos en Bruselas. Seguro que le felicitarán por haber sido ungido por su mentor, el presidente, como nuevo sparring de Isabel Díaz Ayuso en Madrid; bueno, le felicitarán o le darán ánimos, porque el tirón electoral del ministro López entre el electorado madrileño debe de estar entre Reyes Maroto y Pepu Hernández, a ver qué dicen las primeras encuestas (no, las de Tezanos no valen).
Tiene tiempo el ministro para mejorar sus credenciales, claro que sí. Si Sánchez está seguro de que le quedan aún tres años de legislatura, estando, como está, en minoría parlamentaria e hipotecado todo el tiempo a Puigdemont y los otros guardianes de la estabilidad española, cómo no lo va a estar Ayuso, que a diferencia de Sánchez ganó las elecciones y con mayoría absoluta. Tres años más sí o sí, para desesperación de la izquierda madrileña, inmersa siempre en sus propias rivalidades.
Nuevo repuesto socialista
El nuevo repuesto socialista, colocado (y enviado al frente) por Sánchez, protagonizó ayer la quizá haya sido la presentación de una candidatura más desangelada de la historia de las presentaciones de candidaturas. Para haber dirigido tantos años el departamento de fuegos y artificios de presidencia, esto de ayer le salió bien mustio. Ante un atril que le venía pequeño, con una iluminación de skype en pandemia y repitiendo la palabra ilusión tantas veces que pareció que la invocaba a ver si se producía un milagro y algún militante, aunque por error, se ilusionaba.
La verdad es que se entendió malamente el discurso, o sucesión de eslóganes, del candidato. Más que nada porque es candidato a la secretaría general de su partido en Madrid, no, que se sepa, a la presidencia autonómica. Quiero decir que su objetivo ahora mismo no es ganar Madrid, es ganar las primarias trucadas que le ha preparado su mentor, el presidente.
Los eslóganes sonaron rancios porque tiró mucho de fachosfera, que ya es mercancía caducada de tanto manosearla, y porque repitió lo que viene predicando el PSOE en Madrid desde hace treinta años: que el PP desguaza la sanidad y la educación pública. Treinta y cinco años después lo raro es que quede un hospital público en pie, pero sobre todo lo raro es que los votantes madrileños, que no se enteran, sigan dando la mayoría absoluta a quien les deja sin servicios públicos. Pero bueno, también dijo López, cero novedoso, que él viene a limpiar.
No es por molestar, pero el ministro es consciente de que en Madrid está el Palacio de la Moncloa, ¿verdad?, y la sede central del PSOE y de todos los ministerios, incluido el suyo. Si algo es Madrid es la administración central del Estado, como saben en el resto del país. Ojo con hablar de Madrid como si Sánchez fuera de Granollers y su despacho lo tuviera en Jaca.
Víctor de Aldama
Víctor de Aldama estuvo ayer en el programa de Julio Sánchez Cristo, La W, emisora colombiana, respondió sólo a lo que entiende que le interesa responder y contó que en su famoso móvil cifrado tiene conversaciones de Whatsapp con casi todos los aludidos en sus imputaciones. Es decir, atención ministerio de Hacienda, que tiene conversaciones con Carlos Moreno, jefe de gabinete de María Jesús Montero, que acreditan que éste no está limpio. Le retó a que difunda él, voluntariamente, las conversaciones de Whatsapp que han tenido.
Como esto no es una acusación ya, sino un pronóstico, Montero ha avalado a quien no debía avalar, cuesta entender que Aldama lo diga con tanta convicción sabiendo que, tarde o temprano, los Whatsapp se van a publicar. De momento no porque el juez se toma su tiempo y aún no ve necesario volcar todo el material de ese móvil, pero llegará. Y el que quedará fatal será él si se prueba que se ha inventado una conversación inexistente. Más sólida parece la versión contraria: que sabiendo lo que tiene en su móvil, y sabiendo que trascenderá, la vicepresidenta primera, nada menos que la vicepresidenta primera, se nos quedará manca.
Otro indicio de que este ciudadano tiene, en efecto, conversaciones comprometedoras con algunos de los aludidos es que sobre uno de ellos dijo, tranquilamente, que no tiene. Es Santos Cerdán. Le señaló como perceptor de un sobre con dinero en el bar de enfrente de Ferraz, pero a la vez dice que en su agenda de contactos no le tiene.
En el resto está Ángel Víctor Torres, de quien afirma Aldama que utilizó un piso en Madrid, que él tenía alquilado, para verse discretamente con otras personas. Continuará. Porque está citado en el Supremo dentro de diez días.
Y a vueltas con investigaciones en el Supremo, en la que tiene abierta el juez Hurtado sobre el fiscal general del Estado y la fiscal jefe provincial de Madrid, sucedió lo que se veía venir. Que el fiscal general, que a estos efectos es el investigado (o imputado), y a quien la UCO atribuye una participación preeminente en la filtración de un correo confidencial y a cuyo departamento (la fiscalía general del Estado) atribuye también la filtración inicial del caso González Amador, presuntamente, refuta las conclusiones de la UCO y le achaca errores, omisiones e irregularidades.
Nada de sorprendente tiene que un acusado rechace las conclusiones de la UCO y diga que sus informes están mal hechos, pero ocurre que en este caso el acusado es, a la vez, el jefe de todos los fiscales. Algunos de los cuales se apoyan en los informes de la UCO para presentar ellos mismos sus conclusiones contra otros acusados. Si el fiscal general del Estado nos hace saber ahora que la UCO no es de fiar, obliga a plantearse la incómoda pregunta de si tampoco está bien hecho el informe que señala a Ábalos o el informe del que hizo bandera el gobierno para exculpar a Begoña Gómez.
Recordemos: cuando al PP se le ocurrió cuestionar los informes de la UCO sobre Begoña el gobierno se escandalizó muchísimo porque le pareció inaceptable que se cuestionara a una institución del Estado. Ahora quien lo hace es el fiscal general del Estado, en modo autodefensa, claro, pero sin dejar de desempeñar el puesto y la responsabilidad que hoy tiene. La anomalía, como los problemas, crece.