Monólogo de Alsina: "Belarra, en guerra"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la invasión rusa en Ucrania, sobre Podemos, Belarra y Montero y la entrevista que ha concedido Felipe González.
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Madrid | 07.03.2022 08:38
Ione Belara sigue siendo ministra del gobierno que envía armas a los ucranianos.
Irene Montero sigue siendo ministra del gobierno que envía armas a los ucranianos.
Extraño caso de tormento interior autoinfligido. Qué enorme debate interior han de estar teniendo estas dos ministras, partícipes, como ministras que son, de la prolongación innecesaria del sufrimiento de los ucranianos que provoca su gobierno al enviarles ametralladoras en lugar de apostarlo todo a la paz y la diplomacia para revertir la invasión rusa de su país.
Felipe retrató ayer a Putin como un autócrata que hace y deshace en Rusia a su capricho, sin oposición y sin régimen de opinión pública
Felipe González tiró de ironía para referirse a quienes hoy cargan contra la OTAN como si la guerra de Ucrania la hubiera empezado ella
Con Jordi Évole, anoche, Felipe González tiró de ironía para referirse a quienes hoy cargan contra la OTAN como si la guerra de Ucrania la hubiera empezado ella. A la OTAN pertenecemos porque así lo quiso el gobierno de Felipe González, 1986, el Parlamento español de entonces y los ciudadanos de este país en referéndum. Con el Partido Comunista en contra y con Izquierda Unida, creada en torno al PCE, convocando estas manifestaciones de ahora. Y teniendo a su coordinador general de ministro de Consumo, Alberto Garzón, bastante menos beligerante contra el PSOE y las decisiones de Sánchez que las dos ministras de Podemos. Resulta que la cuota morada, cuyo líder emérito fue quien encumbró a Yolanda Díaz como vicepresidenta segunda, ahora ya no es tal cuota porque hay moradas, yolandistas, uno de IU y el ministro de Universidades, que es de Ada Colau.
Felipe retrató ayer a Putin como un autócrata que hace y deshace en Rusia a su capricho, sin oposición y sin régimen de opinión pública. Atreverse a discrepar en público tiene un coste: hay más de diez mil detenidos por haberse significado contra la invasión de Ucrania en manifestaciones en Rusia. Y hay una nueva ley rusa que castiga con hasta quince años de cárcel difundir información falsa, que es como Putin llama a toda información verdadera que le incomode. Información falsa era, según él, que tenía intencion de invadir Ucrania y tomar Kiev. Medios internacionales como BBC, CNN, la agencia EFE o Televisión Española han comunicado que temporalmente dejan de informar desde Moscú por el temor a que sus periodistas sean acusados de difundir propaganda anti rusa.
El caudillo ruso ha hecho saber que las sanciones comerciales las considera una declaración de guerra
Guerra en Ucrania
En las últimas horas, mientras el Ejército ucraniano se enfrenta el ruso en la defensa de Mariupol, de Odesa, de Járkov, de Kiev, el caudillo ruso ha hecho saber que las sanciones comerciales las considera una declaración de guerra y que cualquier país que permita aterrizar en sus aeródromos a los aviones militares ucranianos será considerado parte de la guerra. Putin cargó a la OTAN y a los europeos la responsabilidad de que él iniciara una guerra y ahora pretende ser él quien decida también qué países están en guerra con Rusia. La eterna estrategia del autoblanqueo.
Una semana después del giro de guión histórico que el nuevo jefe del gobierno alemán Scholz le dio a la política de Defensa de su país, empujando al resto de la Unión Europea, la solidez e inmediatez que están demostrando los Veintisiete en sus decisiones les tiene sorprendidos a ellos mismos.
Cerco económico a Putin para recortar su capacidad de financiar esta guerra, como dijo la señora Von der Leyen este sábado en la Moncloa, en una nueva prueba de la sintonía que mantiene con Sánchez y reconociendo el papel que ha de desempeñar nuestro país en el diseño del nuevo mapa energético europeo para depender menos de Rusia.
Por la experiencia que tenemos en energías renovables. España, y el gobierno de España, como socio clave, dice la comisión europea, también en esta crisis. Ya mereció el respaldo de Von der Leyen por su gestión de las vacunas o por la acogida a los refugiados de Afganistán. El presidente Sánchez, ayer ante la dirección de su partido, subrayaba la unidad de acción europea a la hora de dar réplica al abuso, y la violación de la legalidad internacional, que ha cometido Putin.
Paradójico, presidente, que la fortaleza europea, y española, surja de la unidad cuando el foco más sonado de disensión que se ha producido en España estos días está en el Consejo de Ministros. Y en la posición no sólo discrepante, sino buscando abiertamente la confrontación, que mantienen las ministras de Podemos Belarra y Montero. Disentir, disienten del envió de armas a la población ucraniana, pero es que además tachan a los partidos y los gobiernos que entienden que ese envío es necesario para equilibrar las fuerzas y parar a Putin de partidos de la guerra. Partidos y presidentes de gobiernos que están al servicio, según Podemos, de los poderes económicos mundiales que anhelan que las guerras se prolonguen para hacer negocio. Partidos, presidentes y poderes mediáticos que no hacen lo que está en su mano para parar la guerra porque, en el fondo, la celebran.
Paradójico, presidente, que la fortaleza europea, y española, surja de la unidad cuando el foco más sonado de disensión que se ha producido en España estos días está en el Consejo de Ministros
El pobrecito Podemos siempre víctima de los poderes económicos y mediáticos. Sólo Podemos ama la paz, en opinión de las ministras de Podemos. Lo cierto es que Ione Belarra, e Irene Montero, vienen caracterizando a los ministros socialistas desde el primer día como belicistas y contrarios a la paz y la diplomacia. Y a la Unión Europea, también. Agarradas ambas a su nuevo estribillo: esta prueba de cargo que han encontrado contra la Unión Europea que es su ausencia de las conversaciones para un alto el fuego.
Europa no está tutelando esas conversaciones de paz porque Europa no quiere la paz sino la guerra, ésta es la idea. Machacona. Ofensiva para quienes estuvieron dialogando con el gobierno ruso, diplomacia va diplomacia viene, hasta que Putin voló por los aires la diplomacia ordenando la invasión de Ucrania. La víspera de empezar a sembrar de bombas Ucrania aún estaba Putin aceptando verse en Europa con Joe Biden para solucionar la crisis. La víspera de empezar a sembrar de bombas Ucrania aún le estaba diciendo el embajador ruso en España a Susanna Griso que en modo alguno pasaba por la cabeza de Putin invadir el país, todo era propaganda americana, intoxicaciones, información falsa como ésa que ahora se va a castigar en Rusia con hasta quince años de prisión.
Muy correcta y muy pertinente este ejercicio de memoria reciente que ayer hizo Sánchez dedicado a sus dos ministras moradas. Que, naturalmente, siguen siendo ministras a pesar de lo inaceptable que les parece la decisión de enviar armas a los ucranianos. Curioso caso de tormento interior sacrificadamente aceptado. Amar tantísimo la paz, y detestar tantísimo la guerra, que no ves otra salida que agarrarte al sillón y seguir formando parte de ese gobierno belicista cuya posición repudias profundamente. Aunque sólo fuera por coherencia política, personal, histórica, Belarra y Montero deberían haberle presentado a Sánchez ya la renuncia a sus carteras.
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