Alsina, sobre Pablo Casado y el abandono del PP de la sede de Génova: "El heredero hipotecado se deshace de la casa familiar"
Carlos Alsina habla en su monólogo de Más de uno del cambio de sede nacional del Partido Popular anunciado por Pablo Casado y analiza la imputación de Juan Carlos Monedero en el caso Neurona.
Madrid | 17.02.2021 09:13 (Publicado 17.02.2021 08:21)
Sólo han pasado nueve días. Lunes de la semana pasada, en este programa.
Una cuestión estética y formal. Una imagen. No llegó a desmentir Pablo Casado que entre sus planes estuviera evacuar el edificio de Génova, 13. Guardó silencio a la pregunta sobre la información que había adelantado La Razón. Pero sí le quitó relevancia a tener la sede en una calle o en otra. Una cuestión estética. Que ayer, y ahora que la cosecha electoral en Cataluña aún ha sido más menguada que hace tres años, se convierte sin embargo en una urgencia.
Cómo vamos a seguir en una sede cuya reforma está siendo investigada. A ver, la investigación de la obra de 2008 y de cómo y con qué dinero se pagó, empezó hace ahora ocho años, a raíz, como tantas otras cosas, de los papeles de Bárcenas. Lo nuevo de ahora es que ha empezado el juicio, que la fecha de inicio ha coincidido con la campaña electoral catalana, que el ex tesorero ha puesto por escrito su acusación a Rajoy y que a Casado le ha tocado responder en las entrevistas que ha dado sobre un tema que aún escuece en el PP, la financiación irregular, cuando habría preferido dedicar todos los minutos de esas entrevistas a cargar contra los competidores políticos (de Illa a Vox pasando por Ciudadanos) y reinvidicarse como partido necesario en Cataluña.
Si Casado hubiera anunciado el cierre de su histórica sede el lunes de la semana pasada habría obtenido un golpe de efecto y seguramente algún aplauso. Anunciarlo después de la costalada electoralneutraliza el golpe de efecto y sugiere que estás buscando la manera de sacudirte la responsabilidad descartando que el bajón se deba a otras causas.
Bárcenas ha sido un contratiempo en la campaña del PP, es un hecho. Pero que el desastre en votos se deba a la reaparición de Bárcenas es una especulación poco fundada. Cuesta creer que al votante del PP de 2017, o de las generales de 2019, vaya a sorprenderle ahora que el tesorero repita lo que ya dijo: que la reforma se pagó en negro. En las últimas generales, noviembre del 19, el PP obtuvo en Cataluña 287.000 votos. Ahora ha obtenido 110.000. En las autonómicas de 2015 (cuando ya había Bárcenas y caso Gurtel) fueron 350.000.
Casado sabe que no es Bárcenas, ni la sede, lo que ha llevado al PP a la indigencia electoral en Cataluña
Casado sabe que no es Bárcenas, ni la sede, lo que ha llevado al PP a la indigencia electoral que hoy sufre en Cataluña. La causa está en el otoño de 2017, cuando el gobierno independentista de Junqueras y Puigdemont consiguió torear al gobierno marianista, le montó un referéndum y le proclamó la República Independiente Catalana. Luego vino el 155. Por primera vez en la historia, es verdad, contundente Rajoy, pero porque todo lo que prometió que nunca sucedería ya había sucedido.
Vox empezó a ser alguien en la política española a raíz de lo que sucedió en Cataluña en el otoño de 2017. Vox es hijo del procés y del marianismo ante el procés. Y la tormenta perfecta que sacude al PP no es la de Bárcenas, el CIS y la fiscalía, en contra de lo que ayer dijo Casado. La tormenta perfecta es lo que el propio PP llamaría la herencia recibida. Como el propio heredero hipotecado viene a confirmar al dar este paso tan revelador que es deshacerse de la casa familiar.
"Neurona va camino de convertirse en la palabra maldita de Podemos
'Neurona' va camino de convertirse en la palabra maldita de Podemos. Neurona Comunidad es una sociedad mercantil que dice dedicarse a la consultoría y se presenta como filial en España de la mexicana Neurona Consulting, especializada en márketing y que promete a sus clientes hacer crecer su negocio.
La política deben de considerarla también un negocio porque entre sus clientes figura el partido que lideran los Iglesias Montero. Podemos sostiene que los jueces siempre han terminado dándole la razón al partido y archivando todas las denuncias presentadas contra él. Hay una excepción, que fue el despido del abogado Calvente, empleado al que Iglesias acusó de haber cometido un acoso de género que después nunca se probó. El abogado Calvente, y su colega la señora Carmona, fue quien sostuvo ante el juez Escalonilla que Podemos había utilizado fondos electorales para desviar dinero a la consultura Neurona fingiendo que ésta le prestaba unos servicios que nunca existieron. Y Calvente fue quien mencionó, ante el juez, que el hombre que le consiguió a Neurona tan rentable trabajo (cobrar por no hacer nada) fue Juan Carlos Monedero, a quien describió como 'intermediario y comisionista'.
El juez, que sigue investigando, citó primero a un hombre de confianza de Monedero al que apodan El Colibrí, según reveló Vozpópuli. El Colibrí, de apellido Guerrero, habría sido el encargado de redactar el contrato de Podemos con Neurona, o sea, y si la sospecha llegase a probarse como cierta, la tapadera para mover dinero. Ahora a quien cita el juez, como imputado, es al propio Monedero, para que explique lo que sepa sobre el pago de Podemos a Neurona y sobre el pago de Neurona a Monedero. La factura que le emitió la consultora para abonarle 26.000 euros dice que Monedero prestó asesoramiento. El asesor asesora al consultor al que su partido consulta. Esto de las consultorías y los asesoramientos es tan etéreo que te permite cobrar un pastizal sin presentar un papel que muestre en qué ha consistido tu asesoramiento. Y en el caso de Monedero, la sospecha de que cobra no por asesorar sino porque sí no es nueva. Ya cobró cuatrocientos mil euros en 2013 de varios gobiernos de América por un supuesto informe sobre la moneda común que él se comprometió a entregar a los periodistas para demostrar que el trabajo había existido y, sin embargo, nunca entregó. Aquel informe fue como el trabajo de fin de máster de Cifuentes, nadie nunca lo vio. Monedero le ha dicho a El País que el ingreso lo tiene declarado a Hacienda. Pero no es el fraude fiscal lo que investiga la UDEF, sino la simulación para hacer pasar por gastos electorales lo que no lo eran.
En El Confidencial cuentan hoy que Podemos paga a Neurona 425.000 euros (un pastizal para hacer propaganda). Pero en cuanto Neurona tiene el ingreso en su cuenta transfiere 308.000 a otra empresa mexicana que no se dedica a nada de esto.
Paréntesis: gastos electorales. Los partidos tienen que justificar estos gastos porque es el Estado el que al final los asume. El partido, en función de los escaños que obtiene, recibe subvenciones para compensarle esos gastos. Por eso se ocupa de fiscalizar los gastos el Tribunal de Cuentas y por eso fue la fiscalía de este tribunal la primera en dar cuenta de los indicios de engaño. No fue ningún comisario de las cloacas ni ningún medio de comunicación controlado por los bancos quien lo hizo. Fue un fiscal. Y ahora, un juez de instrucción.
¿Es éste un caso de facturas falsas, contrato simulado, distracción de dinero y comisionistas? Sólo es una hipótesis, sostenida por Calvente, creíble para la fiscalía y que el juez tiene la obligación de investigar para confirmarla o desecharla. Por alguna razón, Podemos, tan dado a airear decisiones judiciales cuando cree que les favorecen no le viene dando ningún aire a nada de lo que guarda relación con la investigación que afecta a Neurona. La palabra maldita.