Monólogo de Alsina: "Cuando el virus se transmitía poco entre personas"
Carlos Alsina recuerda en Más de uno que, hace justo un año, se empezó a hablar del primer infectado por coronavirus en suelo español, aunque todavía no se veía con mucha gravedad el virus. Además, habla de la vacuna y de la necesidad de alcanzar una inmunidad de grupo.
Madrid | 01.02.2021 09:15 (Publicado 01.02.2021 08:15)
Parece que los medios de comunicación nos hemos puesto de acuerdo en señalar este día, primero de febrero, como el aniversario de la entrada de la pandemia en nuestras vidas.
No estoy seguro yo de que sea así. De que el primero de febrero considerásemos el coronavirus como cosa nuestra.
Hace hoy un año el virus ése nuevo era todavía, y para nosotros, un problema de China que, si acaso, debía inquietar un poco a los alemanes porque se habían detectado tres casos en una empresa de automóviles de Baviera. El riesgo, tal como lo veíamos desde España, seguía estando en Wuhan, que es donde estaba aquel mercado en el que vendían animales vivos. Por eso resultaba tan comprensible, y tan urgente, que los gobiernos europeos sacaran a sus nacionales de allí. Y por eso el coronavirus para nosotros era aquello de lo que debían huir los diecinueve españoles, diecinueve, a los que habíamos visto en los vídeos que ellos mismos grababan dando cuenta de las calles desiertas de la ciudad.
Hablábamos de Wuhan como si fuera una jaula llena de infectados de la que era urgente salir. Ni en nuestras peores pesadillas contemplábamos la posibilidad de que todo el planeta acabara siendo Wuhan y de que aquel número de contagios que nos hacía temer por nuestros compatriotas (cuatro mil en total) acabara siendo la sexta parte de los que se producen hoy, en un solo día, en España.
Los españoles en cuarentena. Ellos eran, hace un año, la historia que más nos interesaba a los medios. Mucho más que el turista de La Gomera.
Hace un año, es verdad, se confirmó el primer infectado en suelo español. Pero aun así seguía siendo una anomalía. Era alemán. Turista. Seguía siendo algo de fuera que estaba aquí de paso. Todo lo que aquí teníamos que hacer era estar alerta para detectar casos de extranjeros como éste, aislarlos y averiguar con qué personas habían tenido relación. Pero no se suspendieron los vuelos directos con China y no se hicieron pruebas a los viajeros que llegaban. Incluso si llegaban con fiebre, decía Simón, lo más normal es que fuera gripe. Porque la nueva enfermedad, según dijo, se transmitía poco entre personas.
Se transmite poco entre humanos. Para entonces el gobierno chino ya había advertido de que el virus podía transmitirse entre personas en los primeros días de incubación y antes de manifestar ningún síntoma; era más peligroso de lo que se temía. Pero aquí el ministerio de Sanidad pensaba que lo prioritario era no generar una alarma que consideraba infundada. Lo dijo el ministro Illa.
Y lo dijo el portavoz Simón cuando le preguntaron, hace ahora un año, si se estaba extendiendo un temor injustificado en España.
Sólo la dirección de la policía nacional había empezado a comprar mascarillas para los agentes que trataban con los viajeros en las fronteras. El responsable de prevención de riesgos de la policía contará dos meses después que el ministerio de Sanidad le acusó de generar una alarma innecesaria.
Ahora que ya hemos asumido que la pandemia seguirá en nuestras vidas al menos todo este año ---con España iniciando febrero en estado de emergencia sanitaria y 340 fallecimientos diarios---, lo que más importa es que las vacunas se distribuyan a buen ritmo y que las variantes nuevas del virus no nos lo pongan todo otra vez patas arriba.
AstraZéneca anunció anoche que de aquí a marzo entregará cuarenta millones de vacunas a la Unión Europea. Son más de las que dijo la semana pasada pero son menos que las que se había comprometido a proveer por contrato. La presidenta de la comisión europea, Von der Layen, parece que lo da por bueno, porque en twitter lo ha presentado como un paso adelante. Falta saber si con esto da por terminado el conflicto con la farmacéutica o el pulso permanece.
Hoy reanudan la vacunación los gobiernos autonómicos que la habían parado por la escasez de las dosis: la reanudan en cuanto hayan recibido los nuevos viales. El objetivo oficial sigue siendo tener vacunados a 33 millones de ciudadanos para el verano: van a tener que acelerar porque vamos con retraso.
Y mientras en los hospitales siguen médicos y enfermeras atendiendo pacientes e intentando salvar vidas en las UCI, el mayor temor es que las nuevas variantes que van surgiendo ---la sudafricana, la brasileña--- causen daños aún más graves en las personas infectadas. El epidemiólogo jefe del gobierno de los Estados Unidos avisa de que la investigación sobre vacunas tiene que ocuparse también de estas nuevas variantes.
Es el famoso doctor Fauci, el experto estadounidense que aun trabajando para el gobierno se ha permitido llevarle la contraria al gobierno, y criticarle, cada vez que ha entendido que debía hacerlo. Urge el doctor a vacunar a todos y cuanto antes.
Biden tiene anunciado que vacunará a un millón de estadounidenses cada día. Y sostiene que podría llegar hasta el millón y medio diarios. Dosis de la Pfizer no le faltan y se han habilitado centros de vacunación en polideportivos y aparcamientos de estadios de fútbol. Movilizacion nacional para alcanzar la inmunidad de grupo cuanto antes.