Monólogo de Alsina: "Ahora nos calentamos, ahora nos enfriamos"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la "gresca interna" del Gobierno de coalición en relación a numerosos asuntos -aumento del gasto en Defensa, el salario mínimo, la valla de Melilla, etc- y sobre las estrategias de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz para rentabilizar electoralmente las medidas sociales del Gobierno.
Madrid | 07.07.2022 08:37
San Fermín y San Nadal. En marcha, ya, el primer encierro de los sanfermines de 2022. Y en marcha Wimbledon.
Hoy descansa Rafa Nadal. Pero mañana le está esperando un australiano que se llama Kyrgios y que ayer sufrió menos que el español en los cuartos de final. Lesionado y todo, Nadal le dio la vuelta al partido y tumbó en el quinto set al estadounidense Taylor Fritz. Ayer no fue el pie sino el abdomen lo que le complicó la vida a Rafa. Complicación superada. Mañana la semifinal y el domingo, a la hora de comer, quién sabe si un Nadal-Djokovic.
Ahora subo la temperatura, ahora la bajo
Remontadas, decía. En eso están Sánchez y Díaz. En lograr la madre de todas las remontadas demoscópicas. La coalición que nos gobierna a golpe de decreto y de trifulca interna recurre, de nuevo, a la táctica ésta del termostato: ahora subo la temperatura, ahora la bajo. ¿De qué? De la mala relación política que arrastran. Ahora me caliento, ahora nos enfriamos.
El martes tocaba calentón: salió Yolanda Díaz a exigir la reunión de la comisión de seguimiento del pacto de Gobierno. ¡Urgente!, dijo. Porque Sánchez le había faltado al respeto democrático al colar en el Consejo de Ministros un paquete de mil millones de euros para la bestia negra de Podemos, que es Margarita Robles. (Margarita, la ministra de Defensa cuya dimisión era inexcusable por haber usado Pegasus y que sigue en el cargo para frustración de sus colegas del sector morado).
Sánchez le había faltado al respeto democrático al colar un paquete de mil millones de euros para la bestia negra de Podemos, que es Margarita Robles
El martes, digo, tocaba subir la temperatura. O la presión. Ayer, por el contrario, ya tocaba bajarla. Yo Yolanda, enfriando.
La gresca interna es cada vez más agria
Tranquilidad, por tanto, país, que el Gobierno de coalición no está en las últimas. Aunque pueda parecer que la gresca interna es cada vez más agria, y menos disimulada, y sobre más asuntos; aunque parecer que cuando no son las armas para Ucrania es el salario mínimo, o la ley audiovisual, o la gestación subrogada, o la ley de Vivienda, o la subida de impuestos, o el Sáhara Occidental, o la valla de Melilla, o el presupuesto de Defensa, o la ampliación de la OTAN.
Aunque pueda parecer que son más los temas en los que chocan que aquellos en los que coinciden, en efecto, así es. No es que lo parezca.
Las encuestas reflejan que si mañana hubiera elecciones, Sánchez no tendría opciones de ser investido de nuevo
Pero están de acuerdo en una obviedad. Todas las encuestas reflejan que si mañana hubiera elecciones, Sánchez no tendría opciones de ser investido de nuevo. Ni con Yolanda ni sin Yolanda. Todas las encuestas reflejan que el PSOE perdería escaños y Podemos, ni te cuento.
Sánchez cuenta con una baza que los demás no tienen, y es que las elecciones serán cuando él quiera. Y por supuesto, cuando más le interesen a él. En su ambición política, muy legítima, que es permanecer en el poder. La ambición que comparte con Yolanda Díaz, que por más exaltación de su propia humildad que realice a diario, ambiciona liderar el gobierno del país y hace muy bien en ambicionarlo.
Quién de los dos rentabilizará mejor las matrimoniadas éstas en las que andan es una de las incógnitas más entretenidas que nos depara la próxima temporada política. El otoño complejo, que dice la vicepresidenta Calviño. La crisis que está llamando a la puerta, según Sánchez. O la crisis que ya está aquí, porque un crecimiento que pierde fuelle y una inflación del diez por ciento son, en efecto, una crisis. No una recesión, que eso son palabras mayores, o recisión, como dice Pepe Álvarez.
"No es una recesión, pero sí es una crisis que compromete todo el horizonte económico"
Como desahogo mitinero funciona; como análisis económico del líder del sindicato hermano del PSOE igual es un poco emocional.
No es una recesión, pero sí es una crisis que compromete todo el horizonte económico que estaba previsto para otoño. Los fondos europeos que iban a permitir que llegásemos al año electoral de 2023 con la economía a todo trapo y la sociedad disfrutando de la bonanza ahora empiezan a parecer poca cosa al lado del destrozo que la inflación está causando en las economías europeas. Y en las economías domésticas.
Quién de los dos, si Yolanda o Pedro, rentabilizará mejor las medidas dirigidas a sostener a las familias con menos ingresos
Quién de los dos, si Yolanda o Pedro, rentabilizará mejor las medidas dirigidas a sostener a las familias con menos ingresos es otra de las preguntas que marcará el otoño. Y ahí es donde la vicepresidenta ha visto hueco para colocar uno de esos mensajes concisos y eficaces que tanto le gustan a Iván Redondo: si Sánchez prioriza la OTAN, ella prioriza a la gente. O en versión, quizá un poco más tosca, de Ione Belarra, que no hacen falta tanques sino ayudas.
Mañana debuta Yo Yolanda como solista
Mañana viernes -qué nervios- debuta Yo Yolanda como solista girando por España. La gira política del verano de 2022: Díaz con su nueva criatura, que tiene nombre aunque no tenga estructura. Se llamaSuma. Y como dijo anoche Juan Ramón Lucas en su Brújula, se da la paradoja de que Suma va a empezar sumando ausencias.
No consta que Belarra o Montero se murieran de ganas por ir a ver el estreno de Díaz, pero sí que fue ayer Belarra quien declaró en TVE que ella les ha pedido que no vayan.
Se trata de lanzar a Yolanda Díaz como candidata a las elecciones. Es un lanzamiento personal. La marca es ella
Díaz ha dicho que no. Que cómo va a pedir ella a los partidos políticos a los que más quiere que no acudan a su acto de autopromoción política. Nada de eso. En qué cabeza cabe.
Yolanda emula a Lola Flores: si me queréis, irse
Y en realidad, en términos de puro márketing, lo razonable es que no vaya ningún otro dirigente político medianamente conocido. Da igual que se le llame plataforma, o proyecto, o como sea: aquí de lo que se trata es de lanzar a Yolanda Díaz como candidata a las elecciones. Es un lanzamiento personal. La marca es ella. Que haya otros, u otras, revoloteando a su vera le resta fuerza.
Así que es lógico que, emulando a Lola Flores, Díaz les haya dicho a todos: si queréis que esto salga bien, escondéos un poco. Que es la versión política del si me queréis, irse.