Monólogo de Alsina: "El geómetra"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la habilidad del Gobierno para aprobar sus proyectos en el Congreso por la mínima, con negociaciones en el último momento o de chiripa.
Madrid | 13.05.2022 08:40
No sale de una y ya está metido en la siguiente el geómetra. Su gabinete es genéticamente incapaz de alumbrar una nueva norma sin abrir trincheras entre ministros (y ministras) que defienden una cosa y ministros (y ministras) que defienden la contraria. Y que lejos de resolver sus diferencias debatiendo ordenadamente acaban tachándose los unos a los otros (y a las otras) de insensibles o inflexibles o in-lo-que-sea.
El geómetra, naturalmente, es el presidente. A quien habrá que reconocerle su habilidad para la carambola y el baile de parejas. Llevan toda la semana sus portavoces presumiendo de que siempre sacan adelante los proyectos que llevan al Congreso. Por mucha tormenta previa que haya. Por mucha negociación al límite. Por mucho que siempre estén al borde de la derrota.
El gabinete de Sánchez es genéticamente incapaz de alumbrar una nueva norma sin abrir trincheras entre ministros
Todo lo sacamos adelante. Nada incomoda más a un gobierno que perder una votación parlamentaria. En realidad lo que viene haciendo el Gobierno es aparcar, o enterrar, los proyectos que sabe que naufragarían. La reforma de la sedición en el Código Penal, ¿se acuerdan? La ley de Memoria Democrática, ¿se acuerdan? La ley de Seguridad Ciudadana, no confundir con la de Seguridad Nacional.
El Gobierno aprueba sus proyectos de chiripa
Y, en ocasiones, cuando apura mucho la negociación, lo que sucede es que aprueba sus proyectos de chiripa, como ocurrió con la reforma laboral que le salvó el inefable diputado Casero. O por la mínima, como ocurrió con el decreto de medidas económicas para el que tuvo que apoyarse en Bildu, aquella coalición con la que Sánchez juró y perjuró que nunca pactaría nada. Ahora se ve lo necesitado que estaba el Gobierno de coalición, y en minoría, de blanquear a Otegi y habilitar a Bildu como uno más.
Las mayorías parlamentarias cambiantes
Pero bueno, el Gobierno salvó ayer en el Congreso su proyecto de ley de Seguridad Nacional y Pedro el geómetra está contento.
Las mayorías parlamentarias cambiantes. Porque ayer quien salvó la cara al Gobierno fue el PP de Núñez Feijóo. El PP crispante que tuvo un Gobierno de mangantes y del que Adriana siempre sabe qué esperar.
Ayer quien salvó la cara al Gobierno fue el PP de Núñez Feijóo. El PP crispante que tuvo un Gobierno de mangantes
En contra, sí. Todo negativo, nunca positivo. A ver, el PP votó en contra de tumbar la ley del Gobierno, o sea, que la salvó. Bien es verdad que nadie espera que salgan Sánchez o Lastra a agradecerle a Feijóo (el ultra Feijóo que es como Casado pero sin barba, la antiEspaña) que abortara la operación derribo que lideraba ayer el famoso socio preferente del Gobierno, compadre Rufián, compadre Oriol, compadre Pere Aragonès.
Qué grandes aliados son estos de Esquerra. Intentaron tumbarle a Sánchez la reforma laboral, intentaron tumbarle las medidas contra la inflación, intentaron tumbarle la ley de Seguridad Nacional e intentarán tumbarle la ley de Memoria Democrática.
Pero ahí están Bolaños, Lastra, el presidente, bailándole el agua al socio y cubiertos los tres con el capirote de penitentes para hacerse perdonar el pegasus.
Nadie espera que salgan Sánchez o Lastra a agradecerle a Feijóo que abortara la operación derribo que lideraba ayer el famoso socio preferente del Gobierno
Cada vez que el PP, o Ciudadanos, o Vox, o Junts, votan contra un proyecto del Gobierno desde las filas socio-moradas les llueven piedras. Enemigos del bienestar de los españoles. ¡Crispadores! La antiEspaña. Ah, pero cuando es Esquerra quien vota en contra, guante de seda. Ni una palabra más alta que otra ayer, el ministro Bolaños.
Qué mesura. Qué comprensión. Qué tono blando. Y eso que Esquerra había tachado la ley de represiva, que es como decir que éste es un gobierno represor.
Esquerra te premia llamándote represor
El socio fraternal, la grey del compañero Junqueras, sacudiéndole al gobierno en señal de agradecimiento -debe ser- por haberse plegado a descabezar el CNI para entregar a Pere Aragonés otro trofeo para su vitrina.
Mandas a Bolaños a Barcelona en domingo a hacer acto de contrición con la consejera Vilagrà, obligas a Meritxell Batet a alterar las normas para que se reúna la comisión de secretos oficiales, defenestras a Paz Esteban, arruinas el crédito de Margarita Robles y Esquerra te lo premia llamándote represor y haciéndote otra peineta. Pero el Gobierno siempre saca sus iniciativas adelante. Todas, todas. Bienaventurado sea Junqueras. Y así arda en el infierno Feijóo.
La nueva batalla entre dos antiguas adversarias: Calviño y Yolanda
No sale de una y ya está metido en otra. Recién firmada la tregua entre Margarita y Bolaños, la nueva batalla entre ministros la libran dos antiguas adversarias. A un lado, vicepresidenta Calviño. Al otro, vicepresidenta Yolanda.
¿A favor o en contra de que la nueva ley del aborto incluya expresamente la menstruación dolorosa como causa de baja laboral?
Las ministras discrepan en que la ley del aborto deba incluir un artículo que lo diga
Repito la pregunta: a favor o en contra no de que la menstruación particularmente dolorosa sea causa de baja laboral sino de que la nueva ley del aborto lo explicite en esos términos. Ni la vicepresidenta Calviño ni la número dos de UGT, Antoñanzas, están en contra de que una mujer que sufra una dolencia consecuencia de su menstruación pueda tomarse una baja de tres días.
Si acaso discrepan en que la ley del aborto deba incluir un artículo que lo diga. La vicepreisdenta Díaz, como Comisiones Obreras (y como Irene Montero) sí ve necesario que se explicite. Pero ya pone por delante que quien no lo vea como ella (se llame Nadia o se llame como se llame) es culpable de falta de sensibilidad hacia el hecho biológico diferencial.
Tiene poco debate que una mujer a la que la menstruación le genera un dolor intenso tiene que poder ausentarse del trabajo sin que eso repercuta en su contratación
Tiene poco debate que una mujer a la que la menstruación le genera un dolor intenso, o calambres, o cólicos, o naúseas, tiene que poder ausentarse del trabajo sin que eso repercuta en su contratación, su estabilidad laboral o su salario. Lo sorprendente, en realidad, es que esas situaciones no estén consideradas ya causa justificada de baja laboral.
Ésta es una pregunta pertinente para la autora de la ley: ¿los médicos no pueden ya hoy expedir una baja laboral a la mujer que padece una regla dolorosa? Si la respuesta es no, estamos tardando.
Pero si la respuesta es sí, lo que hay es falta de información sobre el derecho de la mujer a ausentarse justificadamente del trabajo.
La salud menstrual, ¿competencia del ministerio de Igualdad o de Sanidad?
Dice bien la vicepresidenta Díaz que esto se inscribe en el ámbito laboral. En el ámbito de la salud laboral. Y ahí está otro de los debates que libra consigo mismo el Gobierno: una medida que afecta a la salud y al trabajo, ¿no debería aparecer en la legislación que afecta a la salud y a los derechos laborales en lugar de en la nueva ley del aborto?
La salud menstrual, como se la llama en el texto, la salud sexual, la salud reproductiva, salud, salud, salud, ¿son competencia del ministerio de Igualdad o del ministerio de Sanidad?