Monólogo de Alsina: "La ley no le permite indultar a quien usted quiera, presidente"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el informe del Tribunal Supremo oponiéndose a los indultos que el Gobierno quiere otorgar a los condenados por el procés.
Madrid | 27.05.2021 09:01
La cara que se le va a quedar al juez belga cuando Llarena le diga que nos entregue de una vez a Puigdemont será de pasmo, supongo. ¿Qué quiere que se lo entregue, para poderlo indultar? Ah, no, que eso es el gobierno. El gobierno del presidente mutante, Pedro Sánchez que se comprometió traer a Puigdemont para que rindiera cuentas ante la justicia.
Sánchez se propone perdonar la pena a los condenados sin esperar a que sea juzgado el cabecilla de la revuelta, fugado en Waterloo
Cada vez que el presidente dice ‘yo me comprometo’ muere un gatito, de estupefacción. Sánchez se propone perdonarles la pena a los condenados por la sedición de 2017 sin esperar siquiera a que sea juzgado el cabecilla de la revuelta,fugado ---y acomodado--- en Waterloo. Dices: hombre, igual puedes esperar a que se juzgue a todos antes de hacer saber que, en realidad, merecen que se les perdone. Por la concordia, el diálogo, el reencuentro y un país de luz y de color. ¡Entrégueme al prófugo, que si no, no le puedo indultar!
Las preguntas que Sánchez debería responder
Hay unas cuantas preguntas que el presidente está obligado a responder. Déjese por una vez de los eslóganes y de frases pomposas y explíquenos:
• Para el señor Puigdemont, el señor Comín, la señora Ponsatí, ¿estamos en el tiempo del castigo o en el de la concordia?
• Esto a lo que usted llama el castigo, ¿es el cumplimiento de la ley? Porque el tiempo de castigo que merece cada delito es lo que establece el Código Penal. Garantía de la convivencia.
• Esto a lo que llama usted la concordia, ¿es tener contentos a los políticos que aplauden los delitos cometidos en 2017? ¿La concordia a la que usted aspira es la de la sociedad española ---sociedad catalana incluida--- o la de usted con Esquerra?
• Cuando usted mismo explica, como su lugarteniente Ábalos, que el informe del tribunal que sentenció es preceptivo antes de indultar a un delincuente, ¿por qué cree usted que lo son? ¿Por qué cree usted que el gobierno, antes de decidir si indulta a alguien, debe conocer los argumentos de quien le condenó? Antes incluso de eso, ¿por qué cree Sánchez que hay una ley que regula la concesión del indulto?
La idea que alimenta el gobierno de que puede indultar a quien quiera y como quiera porque la decisión es suya es falsa
Esta idea que alimenta el gobierno de que puede indultar a quien quiera y como quiera porque la decisión es suya y sólo suya es simplemente falsa. El gobierno puede indultar ajustándose a la ley que lo regula. Y la filosofía de la ley es clara: el informe del Tribunal sentenciador es preceptivo porque es en ese informe donde ha de encontrar el gobierno las razones que le llevan a indultar. Cuando la ley le dice al tribunal: informe usted al gobierno de la conducta del condenado, las pruebas de su arrepentimiento que ha observado y si hay parte perjudicada, lo que está diciendo es aporte usted al gobierno los elementos que éste necesita para valorar si el indulto es merecido.
El gobierno tiene la última palabra, claro. Puede decir: a pesar de las razones que usted me aporta, no veo merecido el indulto (y negarlo). Pero decir: a pesar de que no hay una sola razón para concederlo, lo concedo... no parece que esté en el espíritu de esa ley. Margarita Robles, juez y hoy ministra, lo tenía claro en 2015, cuando era jueza del Supremo. Leo en la sentencia que hoy publica El Confidencial: ‘Para el indulto es imprescindible que haya razones de justicia y que consten en el informe del tribunal que sentenció’. En el informe del Supremo no consta ninguna.
¿No será que está usted convirtiendo una medida de gracia en un truco para convertir 13 años de cárcel en tres y medio porque sí?
Si usted, presidente, ya lo tiene decidido todo sin haberse leído un solo folio ni del Supremo ni de la fiscalía, ¿no será que, en efecto, y como sugiere el Supremo, está usted convirtiendo una medida de gracia, pensada para aliviar la pena a quien de verdad lo merezca, en un truco para convertir trece años de cárcel en tres y medio porque sí? Lo merezca el condenado o no. Esté justificado o no. Sea de utilidad para toda la sociedad o no.
El Supremo subraya que la sedición es un ataque a la convivencia y a la Constitución
Que el Supremo iba a pronunciarse en contra del indulto era conocido por previsible. Que su informe iba a ser tan categórico, tan rotundo, no lo era tanto. Quizá porque fue el propio Supremo quien dijo aquello de que la secesión sólo había sido una ensoñación. En el informe de ayer los seis jueces afinan este asunto: refutan que los hechos de 2017 puedan simplificarse como simples desórdenes públicos y subraya que la sedición es un ataque a la convivencia y al orden constitucional. Que en otros países un ataque como éste se llame de otras maneras no significa que no esté gravemente castigado ---este estribillo que dice que nuestro código penal está fuera de la norma europea y que tanto gusta al independentismo y ahora, también, al gobierno---.
En este caso algunos de los indultados lideran los partidos que garantizan la estabilidad del gobierno que indulta
Y añade el tribunal, y ésta es la parte más polémica si usted quiere, que en este caso algunos de los indultados lideran los partidos que garantizan la estabilidad del gobierno que indulta. No llega a afirmar que eso pueda considerarse un autoindulto (o un conflicto de intereses) pero sí recuerda que la Constitución previene contra el indulto a gobernantes que hayan atentado contra la seguridad del Estado.
"Podría ocurrir que el gobierno indultara y el Supremo, luego, desindultara"
El problema para el gobierno es que el Supremo desaconseje el indulto. Es que, en caso de que éste sea recurrido, le corresponderá resolver ese recurso. Y con estos veinte folios en la mano, y aunque los jueces sean otros, pocas probabilidades hay de que el recurso no sea atendido. Qué pasa si el gobierno indulta y el Supremo, luego, desindulta.
En el argumentario de ocasión que ha fabricado la Moncloa, amateur, de brocha gorda y de salir del paso, quien se oponga a indultar será tachado de revanchista y enemigo de la concordia. Empezando por el Supremo. Al que ya calificó ayer el movimiento nacional independentista como represor y vengativo.
En 2010 el PSC que gobernaba Cataluña encabezó una manifestación contra el Tribunal Constitucional. Arremetió contra el árbitro y lo convirtió en enemigo público de Cataluña. Aún estamos pagando la campaña de descrédito que lideró el socialismo contra una de las instituciones fundamentales del Estado.
Ahora Sánchez va a estar tentado de repetir la operación con el Tribunal Supremo. Oponerse a los indultos ---no te digo ya anularlos--- será sinónimo de venganza, de revancha, de discordia. El Supremo convertido en enemigo de Cataluña por el gobierno de España. No cabe mayor destrozo. Aún no ha caído en la tentación el presidente, pero dados sus antecedentes, también de eso es capaz.