Monólogo de Alsina: "Casado sueña con llegar vivo a julio"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la esperanza de Pablo Casado de aguantar como líder del PP hasta julio, cuando se celebra el Congreso ordinario del PP.
Madrid | 21.02.2022 08:41
No va a dimitir. Casado. Por lo menos, hoy. No va a destituir a Teodoro. Por lo menos, hoy. Abandone Ayuso toda esperanza de que la kedada multitudinaria que ayer rodeó Génova para gritarle a la pareja dirigente esto de ‘si nos queréis, irse’ tenga como consecuencia que la cabeza de Casado ruede esta misma mañana.
Casado no está por irse
Abandone el ABC la esperanza de que su editorial de ayer, abriendo la web un domingo por la tarde para afirmar que la dimisión es obligada, sea atendido. Abandone El Mundola esperanza de que su encuesta express titulada ‘Casado hunde al PP’ lleve al presidente del partido a coger hoy mismo la puerta. Y abandone Casado la esperanza de que la crisis se resuelva pegándole una patada al balón y dejando la cosa como está hasta el congreso del partido en julio, Uy, julio. Si en una semana ha sucedido todo lo que nadie creyó que pudiera suceder, qué no podrá suceder en veinte.
A quien hoy ha convocado Casado en su sede nacional es a su equipo, no a los barones autonómicos ni a los responsables regionales y provinciales del partido. Es decir, que quienes hoy van a verse para darle una vuelta al sindiós en que se ha convertido la situación interna del PP son Casado, Teodoro, los vicesecretarios, Cuca Gamarra y Maroto. Ninguno de ellos va a pedir a Casado que se vaya a su casa. Y él no está por irse.
Ya nadie libra a Casado de pasar a la historia como el líder del PP bajo cuya presidencia se produjo una quiebra nunca antes vista
Consciente del sindiós, desde luego es. Cómo no serlo. Termine como termine esta historia, ya nadie le libra de pasar a la historia como el líder del PP bajo cuya presidencia se produjo una quiebra nunca antes vista. No será porque el PP no tenga un historial goloso de rivalidades y trifulcas internas ---con dosieres y espías incluidos--- pero nunca hasta hoy se había producido un choque en público tan agrio, acusaciones mutuas tan graves y esto último de ayer, ver a varios cientos de ayusistas, o ayusers, rodeando la sede del partido para pedir a voces que el presidente dimita.
Trumpismo en la sede del PP
Trumpismo le parece esta concentración tan poco espontánea a la dirección nacional del partido. Trumpismo y presión añadida para que Casado se rinda. Es lo que faltaba por ver: a votantes del PP cercando la sede y haciéndole un escrache al líder de su partido. El aquelarre no lo convocó Ayuso. Pero tampoco salió ella a decirle a la gente que se marchara a casa.
Lo que hoy dirá Casado a los suyos ---los muy suyos--- es que no ve en qué podría beneficiar al partido su espantada. Porque si él cogiera esta mañana la puerta lo siguiente sería convocar Congreso Extraordinario. Al que concurriría, desde luego, Díaz Ayuso y en el que intentaría Núñez Feijoo ser aclamado. No lo digo yo, es lo que está en la cabeza de quienes hoy dirigen el partido. El PP, otra vez, partido en dos y Sánchez sin más oposición que Vox.
Lo que hoy dirá Casado a los suyos ---los muy suyos--- es que toca aguantar, enfriar, seguir buscando la tregua con Ayuso y pactar con los barones un acuerdo de mínimos que permita llegar hasta el Congreso ordinario del PP, que toca en julio. A eso ha quedado reducido el mejor de los escenarios posibles para el líder del PP: a aguantar hasta julio. Hace nueve meses disfrutaba del éxito en las encuestas, crecía por delante del PSOE en intención de voto y acariciaba para 2023 el palacio de la Moncloa. Hoy confía en llegar vivo a julio.
Hace nueve meses disfrutaba del éxito en las encuestas, crecía por delante del PSOE en intención de voto y acariciaba para 2023 el palacio de la Moncloa. Hoy confía en llegar vivo a julio
Llegará si fuera de Madrid el número de apoyos que congrega es superior al de quienes suspiran por ver reinar a Ayuso y, sobre todo, al de quienes sueñan (por enésima vez) con la aparición estelar de Alberto Núñez Feijoo, descendiendo en helicóptero sobre Génova 13 mientras un enorme botafumeiro difunde por Madrid el olor a incienso. Feijoo se deja querer, como siempre hizo. Pero rehúye competir. Anhela la aclamación, no la subasta de compromisarios. Por soñar, que no quede.
Está en cuestión la actuación de Ayuso
Ayuso sueña con un PP rendido a sus pies. Por su carisma, por su tirón popular, porque ella es única, repite incansable el departamento de santificación del ayusismo. La esperanza blanca e inmaculada. Bien es verdad que a su sueño podría hacerle un roto la Fiscalía si prospera las denuncias del PSOE y Más Madrid. Y que no se refieren a un contrato, sino a varios. Una investigación judicial habría de responder a la pregunta última: ¿hizo o dejó de hacer Isabel Díaz Ayuso algo que acredite que ejerció el trato de favor, el tráfico de influencias, en beneficio de su hermano?
Desde el viernes sabemos, porque por fin la presidenta debió de hablar con Tomás para poder aportar datos, que el hermano cobró cincuenta mil euros no por conseguirle al empresario el contrato de la Comunidad de Madrid, sino por conseguirle en China las mascarillas que él luego importó y vendió a la Comunidad. En efecto, no es lo mismo cobrar por usar tus contactos en el gobierno regional que cobrar por usar tus contactos con los fabricantes chinos.
Se podrá objetar que siendo en marzo de 2020 la situación la que era (emergencia nacional por falta de material sanitario), el hermano no renunciara a cobrar por la gestión. Incluso que las empresas importadoras no renunciaran a su margen comercial. Podrían haber dicho: esto es lo que me cuesta traer las mascarillas, esto es lo que cobro al gobierno autonómico, ni un euro más. Pero eso afecta a la actuación del empresario y del hermano.
¿Hizo o dejó de hacer Isabel Díaz Ayuso algo que acredite que ejerció el trato de favor, el tráfico de influencias, en beneficio de su hermano?
Y aquí lo que está en cuestión es la actuación de la señora Ayuso. ¿Ordenó, influyó, presionó, sugirió que se contratara a esa empresa para que, así, su hermano pudiera cobrar por sus gestiones en China? Éste es el nudo del asunto. Si por acción o por omisión contribuyó, desde el cargo que desempeña, al negocio del hermano.
La intención de Casado estaba clara: la sospecha de corrupción le parecía sólida
Breve repaso de lo sucedido en las últimas setenta y dos horas:
Casado se tiró el viernes al charco y se lo puso muy difícil a sí mismo. Su entrevista en la Cope tenía una intención y un estribillo: es Ayuso quien oculta información y es creíble que su gobierno regional adjudicara un contrato para que el hermano sacara tajada.
Ejemplaridad, enriquecimiento y setencientos muertos. La intención de Casado estaba clara: la sospecha de corrupción le parecía sólida. Lo planteó siempre en términos de hipótesis, es verdad. Pero una hipótesis como ésa en boca del presidente del partido se parece mucho a una presunción de que aquí hay algo.
La señora Díaz Ayuso aportó luego la versión de su hermano e hizo comparecer a dos consejeros de su gobierno para que proclamaran que ella no participó nunca en nada.
Lo que el viernes a Casado le parecía censurable, un hermano ganando trescientos mil euros por conseguir mascarillas, el sábado había dejado de parecérselo
Por la tarde, el viernes, Casado convocó a Ayuso. Según él, para decirle que había examinado la información que ella, por fin, había aportado y que daba por buenas las explicaciones (aunque no se lo parecieron). Según ella, para ofrecerle enterrar el expediente que le habían abierto si ella se desdecía de la acusación de espionaje. Según él, la reunión terminó cordialmente con un abrazo. Según ella, fue infructuosa porque Casado no admite que han estado espiando a su familia.
El sábado,Casado anunció que cerraba el expediente. A sabiendas de lo mal que eso le hacía quedar a él. Lo que el viernes le parecía censurable, un hermano ganando trescientos mil euros por conseguir mascarillas, el sábado había dejado de parecérselo porque no eran trescientos sino cincuenta mil. El expediente fantasma. Ni media diligencia dio tiempo a hacer. Y al recular, quien se mostraba débil era quien la mañana anterior sugería que Ayuso podría acabar imputada.
El equipo de Ayuso se siente el ganador del pulso
Así empieza la semana en el PP. El equipo de Ayuso se siente ganador del pulso: sostiene que el espionaje lo ordenó Teodoro y que Casado ha demostrado que no da la talla. Ahí están los gritos de ayer a la puerta de Génova, como si fueran el sentir general del PP de toda España. De lo que opinan o dejan de opinar los barones y líderes regionales, el ayusismo no dice nada.
Qué pasa si casado dimite e imputan a Ayuso
El equipo de Casadosigue negando que lo de los espías fuera cosa suya. Ya dimitió Almeida a Carromero. Y se pregunta qué ha hecho Casado que no debiera haber hecho: sólo indagó sobre una presunta corrupción para asegurar la limpieza del partido. Añaden esta otra pregunta: qué pasa si hoy Casado dimite y dentro de un mes está la Fiscalía imputando por corrupción a Ayuso. Qué dirían entonces quienes hoy se desgañitan pidiendo que por dios se vaya.