Monólogo de Alsina: "Tamames en capilla y Yolanda en vísperas"

Agotando lasúltimas horas del invierno antes de que haga su entrada, a las diez y media de esta noche, la primavera. Ya ardieron las fallas, ya puede empezar la primavera.

La semana empieza metida en expectativas. La primera, lo de los bancos. Hasta qué punto el desenlace que ha tenido lo del Credit Suisse despeja el horizonte y devuelve el sosiego (o no del todo).

El desenlace ha sido el tradicional: se le ha buscado un comprador para evitar que se hundiera del todo. El elegido ha sido el UBS en una operación diseñada, avalada y financiada por el Estado suizo, es decir, el gobierno y el Banco Nacional Suizo. UBS pone tres mil millones y pico -menos de lo que el Credit Suisse valía el viernes en bolsa- y el Estado pone nueve mil millones para cubrir pérdidas y cien mil para asegurar la liquidez. Un rescate con nuevo propietario. Hoy sabremos qué les parece el arreglo a los accionistas del comprador y a los posibles inversores.

Consejo de Ministros de trámite

En España, con jornada festiva hoy en el territorio Díaz Ayuso, o sea, Madrid región, Sánchez se rebela contra el calendario laboral madrileño y reúne hoy a su Consejo de Ministros. ¡En fiesta, sí señor, dando ejemplo!, no vamos a ser nosotros los únicos que trabajemos.

Consejo de Ministros de trámite -ya aprobó el decreto de las pensiones el jueves- que se anuncia rutinario, o sea, con la gélida relación de siempre entre las dos ministras de Podemos y el resto. Y la relación distante de Robles con Marlaska, de Calviño con Díaz, de Díaz con Planas, en fin, lo de siempre.

Hay dos ministras que van con la caja de cartón de la mudanza a todas partes, porque saben que en algún momento recibirán una llamada para comunicarles su cese

Hay dos ministras que van con la caja de cartón de la mudanza ya a todas partes, porque saben que en algún momento recibirán una llamada para decirles: es hoy. ¿El qué? Su cese. Darias y Maroto, ministras en campaña por las alcaldías de Las Palmas y Madrid. Quienes están sufriendo no son ellas, deseosas ya de coger la puerta, sino aquellos que se postulan para sucederlas. Esa llamada, la del presidente para ofrecerte el ministerio, es la que no siempre se produce. Imagina la angustia: estar ahí mirando el móvil y enterarte por Twitter de que ha elegido a otro. O a otra. Te quedas como Fernando Alonso ayer en Yeda: a punto de celebrar el tercer puesto en el pódium cuando anuncian que ya no es tuyo. No te lo perdonaré, Pedro.

Efecto sorpresa cero de la moción de censura

Terminado el Consejo de Ministros, el presidente tendrá toda la tarde para ensayar, delante del espejo, las bromas que le haya escrito su equipo de guionistas para la sesión parlamentaria de mañana. Porque es mañana cuando el Congreso de los Diputados escuchará primero a Abascal, luego a Sánchez, luego a Tamames y luego al resto de la cámara. Qué planazo.

Del tocho de Tamames ya se sabe casi todo porque lo publicó la prensa. Efecto sorpresa, cero. Pero del tocho de Sánchez tampoco cabe esperar sorpresa alguna: en Tamames verá encarnado no a Vox, sino a Feijóo con Abascal, los dos de la mano. Feijóo no estará en el Hemiciclo, pero al presidente le dará igual. Justo eso le reprochará, que no se persone y que no ordene a su grupo votar en contra.

Sánchez tendrá toda la tarde para ensayar, delante del espejo, las bromas que le haya escrito su equipo de guionistas para la sesión parlamentaria de mañana

Porque como dijo ayer Bolaños, ¡ésa es la prueba de que Feijóo se hinca de rodillas ante la extrema derecha! Ningún otro partido de la derecha europea dejaría de votar en contra de una moción como ésta, proclamó ayer como si de verdad se lo creyera. En Italia, la derecha de siempre se presentó con la extrema derecha a las elecciones e hizo primera ministra a Meloni, pero debe de ser que para nuestro Gobierno, desde ese día, Italia dejó de ser europea.

La moción fracasará, Sánchez seguirá siendo presidente y Feijóo seguirá por delante de él en las encuestas

La moción fracasará -Vox ya ha fracasado-, Sánchez seguirá siendo presidente y Feijóo seguirá por delante de él en las encuestas. Y ya está. Salvo en el CIS, ya lo sé. En el CIS quien sigue reinando es Sánchez.

El viernes nos preguntábamos aquí cuántos puntos más de intención de voto conseguiría el PSOE gracias al tito Berni. Pues ya lo sabemos: uno y medio. Medio que sube Sánchez y uno que baja Feijóo. Se acerca ya al virtuosismo el trabajo de Tezanos: por cada caso adverso que se le presenta al Gobierno, un punto o dos más de voto. Del 'sólo sí es sí' mejor ni hablamos porque Tezanos no ha visto aún oportuno preguntar por este asunto. En el último barómetro ha preguntado por el cambio climático. Y dos huevos duros.

El suspense más artificial de toda nuestra historia política

Un día de estos Yolanda Díaz no nos va a dar un sorpresa y anunciará que ella quiere ser presidenta. No, de verdad, créanselo. Ya sé que cuesta. Quién podría haberlo imaginado, eh, que Díaz tenga ambición política, que le guste asumir cada vez mayores responsabilidades, que se vea a sí misma como la primera presidenta del Gobierno de España. Pero la vida es así, imprevisible. De pronto un día te levantas y está la vicepresidenta apurando a duras penas el suspense más artificial de toda nuestra historia política.

Un día de estos Yolanda Díaz no nos va a dar un sorpresa y anunciará que ella quiere ser presidenta

¿Quizás es porque no sabe si es importante o porque aún duda? En rigor, Díaz no va a tomar ninguna decisión estos días porque la tiene tomada desde hace, como poco, unos cuantos meses. Y como mucho, desde que hace dos años Pablo Iglesias le dejó en herencia la vicepresidencia segunda del Gobierno y la coronó como futura candidata sin que ella se revolviera ante el alarde de paternalismo machista.

Pullitas entre cofrades de hermandades vecinas

Dos años después del atado y bien atado que se montó Iglesias en aquel vídeo impagable grabado en su despacho de vicepresidente -sin un papel ni una carpeta a la vista, impoluto el despacho, como si nunca nadie hubiera trabajado allí nunca-, dos años después dicen las crónicas que Díaz usó una frase de Iglesias para enviar un recado a Podemos y que se resigne ya a ir en la plataforma que liderará ella. Si coincidimos en el 90% del programa, tenemos que estar a la altura.

Que la frase es de Iglesias en no sé qué momento de su historia no lo sabríamos ni usted ni yo de no ser porque el equipo de la vicepresidenta se encargó de subrayárselo a los periodistas. En fin, pullitas entre cofrades de hermandades vecinas. El programa de Yolanda Díaz es, por tanto, el mismo que el de Podemos al 90%. Ya se vio en la toma de consideración del remiendo socialista al sólo sí: a la vicepresidenta le parece que la ley está bien como está aunque haya traído consigo setecientos casos de rebajas de penas a agresores sexuales.

El programa de Yolanda Díaz es, por tanto, el mismo que el de Podemos al 90%

En el mismo lugar donde se celebraron este año los Goya, Díaz interpretó su guión y llamó a los andaluces a manifestarse contra el gobierno de Juanma Moreno.

Andaluces, manifestaos. Justo ahora que Juanma está haciendo aquello que Yolanda exhibía, en otros tiempos, como su principal logro: la firma de acuerdos con la patronal y los sindicatos para hacer frente a las consecuencias de la pandemia. Lo del consenso con los agentes sociales es pasado para la vicepresidenta. Ahora ya sólo firma con UGT y Comisiones Obreras.