Monólogo de Alsina: "Trump, desatado"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la vuelta a la Casa Blanca de Donald Trump, el exponente máximo de la antipolítica más trumpista que nunca.
📌 Trump se da un baño de masas horas antes de su investidura
Madrid |
‘Winter is coming’. Bueno, no es esté ‘coming’, es que ya está aquí. Ocho grados bajo cero en Washington al mediodía. Un frío glacial, dicen las crónicas, recibirá al nuevo-viejo presidente de los Estados Unidos. Tiritando mientras se consuma el retorno de Donald Trump.
Cómo será la cosa que para evitar que alguno de los invitados pierda la vida en el intento se ha optado por dejarse de aire libre y meter a toda la gente dentro. Del Capitolio. Será una ceremonia de interior aún con enormes consecuencias en el exterior, entendiendo exterior como el resto del planeta, que es donde Trump aspira a dejar una huella imborrable. Borrando, aceleradamente, la huella -tenue huella- que hubiera podido dejar Joe Biden.
Un Trump aún más trumpista
El veterano escudero de Obama creyó haber acabado con Trump hace cuatro años, debutó Biden en la Casa Blanca con un índice de aprobación del 60%. Hoy la abandona con un 37%. De los últimos siete presidentes, sólo Bush hijo salió peor.
El drama de este presidente saliente no es sólo que su legado sea Donald Trump -eso ya le pasó a Obama-, es que el legado es un Trump aún más trumpista, un Trump que no reconoció los resultados electorales de 2020 y que ha sido condenado por delinquir, un Trump sobradamente conocido en su forma de conducirse y en su modo de entender el poder. Celebrado por gobernantes de otros países que lo ven como una suerte de adelantado o de profeta y cortejado, sin pudor, por las empresas tecnológicas que procuran, también allí, llevarse bien con el que manda.
El Trump de 2025 es aún más Trump que el de 2017. Más experimentado, dicen sus publicistas. Más persuadido de que, para él, no hay límites, dicen sus críticos. El Partido Demócrata dice confiar en que sean los jueces quienes le señalen los límites.
Poner bajo sospecha a jueces y periodistas críticos
Los jueces como última garantía de supervivencia democrática. El último escudo. Jueces y medios de comunicación. Los dos colectivos a los que Trump lleva satanizando desde hace diez años. Jueces y periodistas críticos. El último gran estorbo para gobernantes que simpatizan poco con los contrapesos y la fiscalización de sus acciones.
Jueces y periodistas críticos. El último gran estorbo para gobernantes que simpatizan poco con los contrapesos y la fiscalización de sus acciones
Poner bajo sospecha a los jueces, acusándoles en falso de prevaricar por interés político; poner bajo sospecha a la prensa crítica, acusándola en falso de difundir bulos. No es Trump el único que ejerce con desahogo el trumpismo. Y pese a todo ello, o precisamente por todo ello, hoy regresa aplaudido por muchos más estadounidenses de los que lo hacían antes de Biden.
Como nos explicaron en El ala oeste de la Casa Blanca, mientras el nuevo presidente esté tomando posesión del cargo en el Congreso, los operarios de la Casa Blanca estarán haciendo la mudanza de la familia Biden, preparando la residencia para sus nuevos habitantes y redecorando el despacho oval. No se sabe si Trump, por aquello de que ya lo ocupó cuatro años, habrá recuperado del desván las cortinas de entonces para no hacer gasto. Después de todo, tiene encomendado a Elon Musk recortar el coste de la administración federal.
Seis de la tarde, hora peninsular española, empieza la nueva era. Abrochémonos los cinturones.
El exponente máximo de la antipolítica
En la víspera de su día grande, se regaló a sí mismo un acto de homenaje en el Capitol One Arena, donde se celebrará esta tarde la cabalgata posterior a la toma de posesión y donde el nuevo presidente podría firmar algunas de sus primeras órdenes. Sin esperar al despacho oval y en ambiente de fiesta.
El líder que convenció al pueblo de que lo coronara de nuevo para combatir, desde el vértice del sistema, todo lo que él considera un obstáculo dentro del sistema
De su discurso inaugural se espera poco porque en Trump nunca ha habido gran diferencia entre los discursos presidenciales y los mítines. No pasará ninguna de sus intervenciones a la historia de las mejores piezas retóricas. En 2017 aún se presentaba como un no político, un ciudadano común harto de la cháchara de Washington.
No le molestará, por tanto, que se le señale como el exponente máximo de la antipolítica. El líder que convenció al pueblo de que lo coronara de nuevo para combatir, desde el vértice del sistema, todo lo que él considera un obstáculo dentro del sistema.
Salvemos TikTok
Más expectación que su discurso genera la ristra de órdenes ejecutivas que su equipo dice tener preparadas. Las primeras decisiones del príncipe redivivo.
Es un signo de los tiempos que teniendo dicho que ejecutará de inmediato redadas de sin papeles, que ordenará deportaciones; que indultará a partidarios suyos que hace cuatro años asaltaron el Congreso y intentaron una sedición -no es Trump, tampoco, el único que indulta sediciosos-; teniendo dicho que restringirá la financiación a las escuelas que impartan enseñanzas que a él le parezcan inadecuadas; es un signo de los tiempos que la orden que más interés haya generado es el restablecimiento de TikTok, la red social de propiedad china, suspendida por orden judicial, y en aplicación de la ley, que el nuevo-viejo presidente ha prometido resucitar hoy mismo.
Es un signo de los tiempos que la orden que más interés haya generado es el restablecimiento de TikTok
Quién nos iba a decir que el lema inaugural del cuadragésimo séptimo presidente de los Estados Unidos sería ‘Salvemos TikTok’.
A Trump no se le recuerda ni una palabra sobre Sánchez
El gobierno español iba con Biden y con Kamala Harris, no es un buen día tampoco para él. Los nuevos interlocutores privilegiados de la Casa Blanca en Europa se llaman Giorgia Meloni, querida Giorgia, y Víctor Orban, el húngaro. En España, si acaso, Santiago Abascal, feliz de coincidir este fin de semana en Washington con Milei, el discípulo argentino de Trump.
Al presidente de los Estados Unidos no se le recuerda una palabra sobre el nuestro -aunque seguro que lo tiene en el radar-, pero al nuestro sí se le conocen unos cuantos discursos contra Trump. Cita el presidente de carrerilla siempre a Milei, Bolsonaro y Trump, el tridente de la internacional ultra a la que pertenecen, se supone, Meloni y Orban, a cuyos comisarios comparten gabinete con Teresa Ribera sin que conste que, a estas alturas, a la ex vicepresidenta española le hayan salido ronchas.
La economía española va "viento en popa"
Esta semana viaja Sánchez a Davos a predicar la buenanueva de que la economía española crece más que los otros países del euro y tiene más población en activo que nunca.
Bueno, anoche cambió el cohete por el viento en popa. Del cohete al velero… igual es que hemos perdido potencia.
Pallete ha sido descabalgado de Telefónica
A Davos, cumbre de políticos y ejecutivos de grandes compañías, estaba previsto que viajara a Davos también Álvarez Pallete, como presidente de Telefónica, pero ocurre que este fin de semana ha sido descabalgado de la presidencia por decisión de la Moncloa.
Hace ocho meses entró en el capital de la compañía el Estado, primero de a poco, luego hasta hacerse con el 10% de las acciones, y lo que entonces ya se intuía, que es que caería el primer ejecutivo, se consumó este sábado. Fruto de la alianza, ya conocida, y asentada, del gobierno Sánchez con CaixaBank.
Para que no quedara duda de quién tomaba la decisión, Pallete fue convocado a la Moncloa para informarle de que su cabeza iba a ser cortada
Para que no quedara duda de quién tomaba la decisión, Pallete fue convocado a la Moncloa para informarle de que su cabeza iba a ser cortada. Digamos que Telefónica es una empresa privada, aun con participación pública, a la que Sánchez trata como si fuera una empresa pública, aun con participación privada. Telefónica, ¿de quién depende?
Entre renovarle el cargo a Pallete o renovarle a él, el presidente ha decidido lo segundo. Explíquelo usted, vicepresidenta y líder de la oposición andaluza, señora Montero.
Jaque mate de Sánchez
Tocaba renovar y lo hemos renovado. El nuevo presidente de Telefónica es Marc Murtra, procedente de Indra y, según El País, un primer espada del Ibex.
Se regresa, así, a una cierta normalidad política porque todos los presidentes de Telefónica, salvo Pallete, habían sido colocados ahí por el gobierno de turno
Como decía ayer La Vanguardia en crónica de Manel Pérez, jaque mate de Sánchez. No sé si con ironía, añadía el articulista que se regresa, así, a una cierta normalidad política porque todos los presidentes de Telefónica, salvo Pallete, habían sido colocados ahí por el gobierno de turno. No consta que Marc Murtra sea compañero de pupitre de Sánchez, pero sí consta que en el gobierno, y en el PSC, hablan de él como si fuera uno de los suyos.