Monólogo de Alsina: "Elogio de la coherencia del presidente"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el cambio legal que pretende hacer Sánchez para deshacer su propia reforma y aspirar a garantizarle a un procesado -Puigdemont- la impunidad.
Madrid |
Entonces, ¿qué, Puigdemont? ¿Con este meneo que te promete Sánchez a la ley de enjuiciamiento criminal te vale para dejarte amnistiar o ha de seguir nuestro presidente con el cortejo?
Ay, si sólo fuera la amnistía
Mira que está costando convencer a este hombre de que se deje borrar todo su historial delictivo. Al gobierno le pasa con esto de la amnistía que sólo con el sí del amnistiado vip es posible aprobarla -sólo con su sí es sí-. Y el vip no deja de ponerle peros. Cualquiera diría: pues son lentejas. Chico, si no te quieres dejar amnistiar es tu problema.
Ah, si sólo fuera eso. Qué fácil se ven las cosas cuando uno no gobierna por la gracia de Puigdemont. Ay, si sólo fuera la amnistía. Pero ésta es una amnistía instrumental -ése es su pecado de origen- de la que pende el resto de la legislatura. Pero eso hay que amnistiar a Puigdemont como sea. No se trata de salvarle a él. Se trata de salvarle a él para que él salve al gobierno.
Es una amnistía instrumental de la que pende el resto de la legislatura. Se trata de salvarle a él para que él salve al gobierno
Nada nuevo bajo el sol. Bueno, sí. Que el presidente confirmó ayer en ARV que ahora va a por la ley de Enjuiciamiento Criminal para ver si así satisface al de Waterloo. Dices: ¿va a derogar la ley alegando que es de 1882, como la sedición? No, lo que va a hacer es remendarla. Para ponerle el postizo marianista que él mismo le quitó.
¡Hasta los fiscales se han opuesto!
En resumen: que como a Puigdemont no le parece bien que los jueces Aguirre y García-Castellón prorroguen investigaciones que le afectan, y como al gobierno -en simbiosis puigdemónica- tampoco le agrada, cogerá la ley y le hará un apaño para que los malditos jueces no puedan estirar las investigaciones como les dé la gana. Porque, como dice el presidente, ¡hasta los fiscales se han opuesto!
Incluso los propios fiscales. Donde esté el criterio de un fiscal que se quite el del juez de instrucción. Esta parte es simpática por dos motivos:
· Uno, que los fiscales tienen acusados de terrorismo a doce independentistas de los CDR pero ahí su criterio al presidente no le vale.
· Y dos, que hasta 2020 eran los fiscales los que decidían si una investigación judicial debía o no prorrogarse. ¿Y sabe quién la cambió para que fueran los jueces? Exacto: Sánchez.
Siempre es posible encontrar una declaración anterior del presidente que sostenga lo contrario de lo que ahora sostiene el presidente
Es ya un lugar común entre periodistas aficionados a la hemeroteca que siempre es posible encontrar una declaración anterior del presidente que sostenga lo contrario de lo que ahora sostiene el presidente. En este caso no es sólo una declaración, es una proposición de ley. Aunque en este caso -luego le explico por qué- más que un caso de incoherencia es todo lo contrario, un caso de estricta coherencia.
Un caso de estricta coherencia presidencial
Antes, le pongo en antecedentes de cuál es el apaño éste que ahora confirma Sánchez. La semana pasada proclamó el presidente, con gran mosqueo de los fiscales a los que tanto sigue, que no existe un solo independentista que pueda ser condenado por terrorismo. Ninguno. Lo sabe él, que no es jurista.
Habiendo emitido sentencia con tanta soltura la semana pasada, a quién le puede extrañar que ahora establezca con la misma clarividencia el presidente cuál es la duración correcta que ha de tener una investigación judicial.
Si empiezas la legislatura encajando a martillazos una amnistía, todo lo demás es pecata minuta
Quiero decir que si empiezas la legislatura encajando a martillazos una amnistía, todo lo demás es pecata minuta: que si con sentencia firme o sin ella, que si terrorismo amnistiable o no amnistiable, que si borramos lo de la cuestión prejudicial, que si le damos otro meneo al Código Penal, que si cambiamos otra vez la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Los tiempos han cambiado
En otros tiempos habría intentado convencernos de que la ley de Enjuiciamiento Criminal se ha quedado antigua, que en Europa nos urgen a modernizarla, que él siempre defendió que las investigaciones tenían que ser rápidas, que la Justicia, si no es exprés, no es justicia.
En fin, la quincalla argumental de costumbre. Pero ya, ¿para qué? El presidente del gobierno confirma que el motivo de que ahora le dé por acotar los plazos de las investigaciones judiciales es agradar a Puigdemont para que le bendiga la amnistía, es decir, para que le permita la legislatura.
Sánchez confirma que el motivo de que ahora le dé por acotar los plazos de las investigaciones judiciales es agradar a Puigdemont para que le bendiga la amnistía
Ya les he dicho aquí alguna vez que hace unos pocos años, en España habría sido recibido como un escándalo que el gobierno manoseara las leyes para beneficiar a sospechosos de corrupción con nombres y apellidos. Pero los tiempos cambiaron. Llevamos tres años seguidos en los que el gobierno no hace otra cosa y ahora ya lo declara abiertamente en un programa de televisión sin que se le mueva un pelo.
Dejar en manos de los fiscales la responsabilidad de prorrogar o no implicaba dar espacio a la impunidad
Volvamos a la coherencia.
Se le afea al presidente -ya son ganas- que en 2020 fue él quien promovió el cambio legal que ha hecho posible que los jueces de instrucción decidan prorrogar las causas. Rajoy había puesto un tope, alegando que la justicia no puede eternizarse, y Sánchez lo quitó. Primero hizo el anunció en su discurso de investidura.
Quedaba neutralizada la treta marianista para hacer naufragar investigaciones judiciales a corruptos y maleantes
Y luego lo plasmó Adriana Lastra en la proposición de ley del grupo socialista. Que decía -aquí tengo el texto- que la reforma de Rajoy había permitido extinguir la responsabilidad de delitos de corrupción, que son los más complejos (entiéndase, los más lentos de investigar). Que fijar plazos da pie a que en lugar de justicia se haga injusticia. Y que, atención, dejar en manos de los fiscales la responsabilidad de prorrogar o no implicaba dar espacio a la impunidad.
Es el juez de instrucción quien dirige la investigación, no el fiscal. Allí estampó su firma Adriana Lastra y la reforma salió adelante con honda satisfacción del grupo socialista: quedaba neutralizada la treta marianista para hacer naufragar investigaciones judiciales a corruptos y maleantes. Justo la treta que ahora resucitará el grupo socialista con idéntica satisfacción y aún mayor entusiasmo.
Hay que alabar la coherencia del presidente
Pero digo que en este caso hay que alabar la coherencia del presidente. El Sánchez 2020 defendía que ningún delito debía quedar sin investigar y ningún delincuente debía quedar sin castigo. Por eso defendía, y defendía bien, que era nocivo abrir espacios a la impunidad.
Pero el Sánchez 2024 está entregado a la tarea de abrirlos. Claro que es nocivo impedir que una causa judicial llegue a puerto, pero a eso está dedicado el presidente, a hacerlas naufragar. Es perfectamente coherente que ahora quiera deshacer su propia reforma porque ahora es él quien aspira a garantizarle a un procesado la impunidad.
Es él quien está exhibiendo justo aquello que le imputaba a Rajoy: abortar investigaciones judiciales para que políticos corruptos se vayan de rositas
Ahora es él quien está exhibiendo -o exhibiéndose en- justo aquello que le imputaba a Rajoy: abortar investigaciones judiciales, atando de manos a los jueces de instrucción, para asegurar que políticos corruptos se vayan de rositas. Y que Puigdemont, de una vez, se deje amnistiar, hombre.