OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Sánchez no responde, por enésima vez"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la falta de respuestas de Pedro Sánchez cuando se le pregunta por los motivos de la defenestración de José Luis Ábalos y sobre si estaba al corriente de sus negocios presuntamente ilícitos.

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Carlos Alsina

Madrid |

Le puso un guasap Víctor de Aldama, misterioso perejil en todas las salsas, a su colega Koldo, hombre para todo.

El guasap decía: ‘Está más tranquilo, parece que todo ha servido’. El que estaba más tranquilo era el dueño de Air Europa, Javier Hidalgo. Estaba más tranquilo porque el ministro de Transportes, Ábalos, le había dicho en un mensaje que el rescate de su empresa ya estaba encarrilado. Calviño lo iba a tener rematado pronto. El ‘parece que todo ha servido’ es lo que ha investigado el juez de la Audiencia Nacional Moreno. Qué es todo. Y por qué Aldama, que trabajaba a comisión para Air Europa -si había rescate, un uno por ciento del dinero para él- atribuía a sus gestiones con Ábalos -el jefe- que el rescate, al final, se produjera. ‘Parece que todo ha servido’.

El juez indaga si hubo relación causa efecto

Viendo el desvivir del tal Aldama por tener contento al ministro -que si el chalet, que si Jéssica-, es natural que el juez indague sobre si hubo relación causa efecto: el rescate, fruto de los obsequios. O si no fruto, sí al menos engordado o acelerado. ‘Parece que todo ha servido’.

Rescate hubo, eso es un hecho. Lo decidió Sánchez, al que estos de Aldama llamaban el uno, eso es otro hecho. No lo es, sólo es posibilidad o hipótesis, que el uno estuviera al tanto de las gestiones de Víctor de Aldama e influyera en él, positivamente, saber que este ciudadano estaba metido en esto. Sólo hipótesis. Que en adelante habrá de investigar un segundo juez, éste ya del Tribunal Supremo, porque José Luis Ábalos es diputado -se negó a dejar de serlo- y goza del correspondiente fuero.

Si Ábalos no tuviera fuero, ya estaría imputado

El paso que ayer dio el juez Moreno significa que si Ábalos no tuviera fuero, él mismo lo habría imputado ya. El Supremo, ahora, decidirá si lo hace, pero con la catarata de indicios (sólo indicios, y nada menos) que presenta el juez, muy anómalo sería que no se le imputara. Ábalos hace tiempo que está resignado a que eso suceda.

Ábalos está peleón, dejando caer allá por donde pasa lo injusto que le parece que vayan a por él y lo decidido que está a defenderse caiga quien caiga

Bueno, resignado puede que no sea la palabra porque más bien está peleón, dejando caer allá por donde pasa lo injusto que le parece que vayan a por él, y no a por otros (u otras), y lo decidido que está a defenderse caiga quien caiga. El hecho, a día de hoy, es que los indicios de corrupción terminan en él. Y que sólo si un juez interpreta que el ‘todo ha servido’ significa, y puede probarse, que sin la mano de Aldama -mano con fajos de billetes- el rescate no habría sido, o no habría sido tan favorable y rápido para Air Europa como fue, estaría en apuros el uno. Aldama reclama a la empresa que le pague lo acordado. Porque él sí da por hecho que sin él, y su larga mano, no habría habido rescate.

El papel de Víctor de Aldama ha ido a más desde que se supo de las primeras detenciones en febrero. Bueno, no es que haya ido a más, es que se ha ido sabiendo lo principal que era en todo el tinglado: como comisionista de Air Europa, como enlace con Delcy, como financiador de Koldo, como visitante de Ábalos y como mantenedor de Jéssica, además de confidente policial e interlocutor del comandante de la Guardia Civil Villalba.

Sánchez no responde

La pregunta sobre qué trato tuvo, si es que tuvo, con Aldama, qué sabía de él, si se vio o no se vio con él, fue ignorada de nuevo ayer por el presidente del gobierno.Paula de las Heras, periodista, se la formuló con precisión en la rueda de prensa que dio Sánchez en Portugal -porque fuera sí da las ruedas de prensa que no da dentro-.

Ésta fue la pregunta, sencilla, directa, fácil de responder y ésta fue la respuesta. Exacto, no hubo respuesta. El presidente, que es muy de ir apuntando con un boli cuando le hacen varias preguntas para no dejar ninguna sin responder, eligió dejar de responder ésta.

Hizo lo mismo hace dos semanas en el Congreso. En aquella ocasión fue Feijóo quien le preguntó.

Podría decírselo a los españoles pero eligió no decírselo. Sánchez no quiere contar si ha tenido o no contacto con Aldama. Por qué lo sabrá él. El resto tendrá que seguir ejerciendo el derecho a preguntar. A la portavoz del PSOE le preguntaron también los periodistas si Aldama estuvo alguna vez en Ferraz, cuando Ábalos gobernaba aquella casa y Koldo era el rey del mambo. ¿Qué dirían que respondió?

Podría decírselo a los españoles pero eligió no decírselo. Sánchez no quiere contar si ha tenido o no contacto con Aldama

Ya, pero que la pregunta no es si tienen registro, sino si saben si estuvo por allí, o no, el ubicuo Víctor de Aldama. Registrado o sin registrar.

Es natural que la misma pregunta se siga repitiendo

Cuando es tan patente la falta de voluntad para responder a lo que a uno (o una) le preguntan, es natural que la misma pregunta se siga repitiendo. El presidente está hartito, por ejemplo, de que le pregunten por qué defenestró a Ábalos en 2021, cuando -ahora lo sabemos todos- la relación con Aldama iba viento en popa y éste presumía de la mano que tenía en el ministerio.

Es natural que se le siga preguntando si él sabía de la vida, o tren de vida, que llevaba su ministro de confianza y si fue ése el motivo de que se lo cargara. Respondió ayer el presidente dando largas. La caída de Ábalos fue consecuencia de su deseo de renovar el gobierno, punto.

El presidente está hartito de que se le mencione este asunto

Veamos: primero el presidente presume del éxito de su política contra la pandemia y luego dice que tenía que renovar el gabinete. Fueron cuatro los ministros que integraron el gabinete de crisis o mando único de los estados de alarma. Los cuatro con más poder durante aquellos meses: Ábalos, Illa, Robles y Marlaska. De los cuatro, sólo fue relevado uno, Ábalos. Y fue también el único de los caídos que ejercía, a la vez, de capataz en el PSOE.

Ábalos no era un ministro como los demás. Porque en Ferraz, más que ministro, era vicepresidente

Por eso no era un ministro como los demás. Porque en Ferraz, más que ministro, era vicepresidente. De ese cargo también fue descabalgado, de primer caballero a nada, y ese relevo no formó parte de la remodelación del gobierno y ni se explicó entonces ni se ha explicado ahora. Fue Ábalos quien confirmó, en su momento, que le pilló por sorpresa la defenestración. Y fue El País quien informó de que Sánchez no había querido responderle cuando Ábalos le preguntó el motivo: ‘No te lo puedo decir’, ha dicho El País que le dijo. Si la razón era renovar y dar nuevo impulso al gobierno, y al partido, ¿por qué no le respondió justo eso?

El presidente está hartito de que se le mencione este asunto. No, poder podría decir mucho más. Lo que pasa es que no quiere. Él sabrá, o él sabe, por qué.

El crédito del presidente hace tiempo que se evaporó fruto de tanto cambio de opinión y tanto retorcer en beneficio propio los hechos

El crédito del presidente hace tiempo que se evaporó fruto de tanto cambio de opinión y tanto retorcer en beneficio propio los hechos. Ha estado cuatro años diciendo, por enésimas veces, que Delcy voló a España sin que el gobierno lo supiera y sólo ahora ha admitido que él, desde luego, sí lo sabía. Quién sabe lo que estará reconociendo Sánchez, aunque ahora niegue, dentro de unos años.