Monólogo de Alsina: "Todos los caminos conducen a Ginebra"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre las negociaciones entre el PSOE y Esquerra para asegurar la investidura de Salvador Illa ofreciendo una financiación singular para Cataluña.
Madrid |
Dos hombres ante su destino. Desigual destino. Y desiguales hombres. Uno que advierte que él no va a dimitir bajo ninguna circunstancia, otro que aún no tiene cargo del que dimitir porque para tener un cargo necesita enamorar a Marta Rovira.
Van a ser los protagonistas del día:
· Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado (Sánchez habla de él como si fuera uno de sus ministros).
· Y Salvador Illa, que fue ministro y que no consigue sacudirse la imagen de discípulo tutelado por su antiguo jefe (cómo se la va a sacudir si es Sánchez quien asume en primera persona, dos tazas de personalismo, la ceremonia del cortejo de la señora expatriada en Suiza). Si la investidura del presidente del gobierno de España se coció en Bruselas, la del presidente de la Generalitat de Cataluña no termina de romper a cocer en Ginebra, que es donde -homenaje a Calvino- se mandará a la hoguera bien a Puigdemont, bien a Illa.
El fiscal general del Estado defenderá que la malversación es amnistiable
El fiscal general del Estado defenderá hoy ante los fiscales top del Supremo que la malversación, también llamada corrupción, es perfectamente amnistiable. Si de él dependiera, Puigdemont estaría ya hoy limpio de polvo y paja y escribiendo tuits en su casa de Girona. Pero de él no depende.
Si de él dependiera, Puigdemont estaría ya hoy limpio de polvo y paja y escribiendo tuits en su casa de Girona. Pero de él no depende
Puede imponer su criterio a los fiscales del procés, pero nada puede hacer si los jueces del Supremo deciden que hay que consultar al Tribunal de Justicia Europeo. El gobierno aplaudirá al fiscal, pero nada cambia en el desenlace final de esta historia.
Puigdemont sigue fuera de España y no ha dado signos de tener prisa por volver. Tampoco por defender en el Parlamento catalán su posible investidura. De aquí a una semana, uno de los puigdemones prime -condenado por sedición, Josep Rull- ejercerá como relojero delegado y pondrá en marcha los dos meses de plazo para investir un presidente de la Generalitat o pedirle a los catalanes que voten de nuevo y, a ser posible, otra cosa.
Hoy cumplimenta el señor Rull la liturgia de fingir que atiende a los argumentos de todos los grupos parlamentarios antes de proponer un candidato a la investidura (en realidad todo el mundo sabe que hará lo que disponga su jefe expatriado). Del afán que mostraron hace un mes los dos aspirantes a intentar la investidura hemos pasado a esta nueva situación de cálculo de daños que supone que ninguno de los quiere ser candidato por ahora.
Illa calcula que dentro de dos meses podrá ganar la investidura
El ganador de las elecciones, ex ministro Illa, quiere tiempo porque de ser mañana perdería la votación pero si es dentro de dos meses calcula que podrá ganarla. ¿Y entre medias, qué? Ah, entre medias el juego de tronos que se está viviendo en Esquerra y la aparición estelar del gobierno de España como actor en la negociación de dos partidos catalanes.
Es Pedro quien tiene la llave de la caja y quien quiere ser visto como autor intelectual de la operación salvemos al soldado Illa
Si Sánchez se arroga la negociación del CGPJ no se va a arrogar la de la investidura en Cataluña. Atiende, Salvador, que es Pedro quien tiene la llave de la caja y quien quiere ser visto como autor intelectual de la operación salvemos al soldado Illa. ¿Cómo? Pues como se hizo todo siempre en la política española: hablando de dinero.
El precio de investir a Sánchez
Es natural que el presidente reclame su protagonismo porque quien tiene firmado un acuerdo con Esquerra desde el mes de noviembre no es Illa sino él, no es el PSC sino el PSOE. Podría parecer que esto de la financiación exclusiva para Cataluña es el precio de investir a Illa, pero en rigor fue el precio de investir a Sánchez.
Habrá que reconocerle al presidente el talento para pagar dos veces con el mismo billete. Mes de noviembre: ¿Esquerra me ordeña, con eñe, una financiación exclusiva para investirme? Sea. Mes de junio: ¿Esquerra me ordeña, con eñe, la misma financiación exclusiva para investir a Illa? Sea de nuevo. Total, ya se había comprometido a pagar el precio. Ahora puede obtener dos sillones al precio de uno. Luego se queja el personal de que Sánchez se perpetúe en la Moncloa, pero es que a sus socios les tiene tomada la medida.
El asunto se gestiona en Madrid y en Ginebra
Hoy el PSC se reunirá con Esquerra (con una de ellas, porque empiezan a parecer varias y garrotazos entre ellas) y fingirá que es en esa reunión donde se debate sobre recaudación y gestión de impuestos. Nada que ver con la realidad. El asunto se gestiona en Madrid -ministerio de Hacienda, que es quien le está haciendo las cuentas a la financiación exclusiva-, y en Ginebra, que es donde está afincada Rovira.
El resto están a lo que están. A proclamar lo necesitada que está Cataluña de una financiación no sólo mayor, sino sobre todo, distinta al resto. Y a justificar que en seis años de gobierno Sánchez se haya visto, hasta ahora, urgencia alguna en cambiar el modelo de financiación vigente. Y no será porque no se hayan lamentado reiteradamente presidentes autonómicos de todos los colores (antes había más socialistas que ahora) de lo urgente que era revisarlo. De la financiación de los ayuntamientos, en fin, ni hablamos.
Justificar que en seis años de gobierno Sánchez no haya visto, hasta ahora, urgencia alguna en cambiar el modelo de financiación vigente
El padre del modelo de financiación que está en vigor fue José Luis Rodríguez Zapatero: lo diseñó a la medida del gobierno catalán que ejercía el PSC, gran agitador, en su momento, de las balanzas fiscales y todo aquello. El argumento siempre ha sido el mismo y lo han hecho suyo no sólo la mayoría de los partidos políticos, también las patronales catalanas y los sindicatos.
El argumento dice que Cataluña aporta al Estado mucho más de lo que recibe. Como les pasa a las regiones cuyos contribuyentes tienen una renta media más alta, que aportan más de lo que reciben para que regiones con menor renta puedan reducir la brecha de la desigualdad. El debate está -ha estado siempre- en cuál es el equilibrio correcto para que los servicios públicos de todas las comunidades autónomas sean homogéneos en alcance y en calidad.
Labor evangelizadora de la financiación singularísima
Zapatero, recuperado ya de su gatillazo como movilizador de votos izquierdistas (le ganó Feijóo el nueve de junio por setecientos mil), y ayuno de campaña electoral en la que dar mítines salvo que se anime a debutar en las presidenciales de Venezuela, se entrega de nuevo a su labor evangelizadora, que lo mismo vale para los indultos que para la amnistía que para la financiación singularísima.
El argumento es manifiestamente mejorable. Es el viejo truco de elegir un dato conveniente -el liderazgo de las empresas catalanas, no la administración, las empresas, en la exportación de productos- para vincularlo a lo que uno en cada momento defiende. No parece que la financiación de la administración catalana haya impedido que las empresas exporten con un músculo encomiable. ¿Se puede mejorar la financiación? Sin duda. Pero de un político de izquierdas uno esperaría que abogara no por reforzar la posición de liderazgo que ya tiene una comunidad autónoma, sino por reducir la brecha entre unas regiones y otras también en lo que hace a sus condiciones para tener una industria y unas empresas fuertes.
De un político de izquierdas uno esperaría que abogara no por reforzar la posición de liderazgo que ya tiene una comunidad autónoma, sino por reducir la brecha entre unas regiones y otras
Como Cataluña es la que más exporta, ¿nos interesa que esté fuerte? Y con Cantabria, entonces, ¿qué hacemos? Como exporta poco, ¿nos da igual aunque esté débil? Cuidado con los argumentos que uno emplea porque la equidad no consiste en dar prioridad a quien está arriba, consiste en reducir las desigualdades. No vaya a reclamar la Comunidad de Madrid, que es segunda en el ránking de exportaciones, una financiación también singular acogiéndose a la doctrina ZP.
Puigdemont imputa a Sánchez chantajear a Cataluña
Puigdemont ha hecho sonreír a más de uno al imputar a Sánchez chantaje a Cataluña. ¿Qué es esto de que la financiación se condicione a que sea investido Illa? Hay que entender que Puigdemont está acostumbrado a poner él las condiciones para investir, no a que le ponga las condiciones quien aspira a ser investido.
¡Chantaje!,dice el fijador de precios para investiduras en las Cortes. Y el personal que lo escucha, claro, sonríe. Cómo no va a sonreir. Es un hombre peleando por mantener vivas sus opciones de ser investido él. Es el otro pretendiente en el cortejo, embarazoso, del que está disfrutando la señora Rovira.