Monólogo de Alsina: "Operación capirote"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la postura de Oriol Junqueras presentándose como pacificador de la crisis Pegasus al no exigir al Gobierno la cabeza de Margarita Robles y pidiendo, al mismo tiempo, que el espionaje no vuelva a ocurrir.
Madrid | 10.05.2022 08:46
Hoy no habrá convocatoria sorpresa del ministro Bolaños y la ministra portavoz porque en eso sí está escarmentado el Gobierno. Hoy se limitará a comunicar a la opinión pública los resultados del examen. ¿Qué examen? El de los móviles de los ministros. Quién fue infectado con Pegasus y quién no.
Que te digan que a ti no debe de ser un alivio pero, a la vez, una especie de decepción. Si no te ha espiado nadie, igual es que eres nadie. Por mucha cartera ministerial que tengas.
Que te digan que a ti no te han espiado debe ser una especie de decepción. Si no te ha espiado nadie, igual es que eres nadie
El Gobierno no ha sido capaz de explicar por qué le faltó tiempo para contarnos a todos que al presidente le habían metido el Pegasus sin que nadie lo detectara y, sin embargo, ha evitado ir informando, ministro a ministro, de quién daba positivo en el test de antígenos cibernético. (Ciberantígenos).
La semana pasada trascendió que entre los infectados estaba el ministro Grande-Marlaska. Y le faltó tiempo no para confirmarlo sino al revés, para aguar la información porque a él nadie se lo había contado.
Quien lo decide todo es el ministerio de la Presidencia y el gabinete del presidente. Todo se cuece y se decide en La Moncloa
Aquí quien lo decide todo, dosificación de información incluida, es el ministerio de la Presidencia y el gabinete del presidente. Todo se cuece y se decide en La Moncloa. Al resto de los portavoces, y de los ministerios, les toca hacer equilibrios para responder a las preguntas de la prensa sin que se note que están a por uvas.
La cabeza de turco de Paz Esteban
Sobre todo cuando la pregunta es qué será, será de la directora del Centro Nacional de Inteligencia. Es decir, en qué punto se encuentra el proceso de reducción acelerada de la discreta secretaria de Estado Paz Esteban a la condición de simple cabeza.
Que eso es lo que la Moncloa ha decidido que tiene que ser, una cabeza.De turco, para más señas. Y para ser exhibida por el presidente, recién cortada y agarrada de los pelos, ante al multitud morada e independentista que lleva dos semanas entonando cada día la canción del verdugo.
‘Acaba con ella, Pedro, acaba con ella’. Con Sánchez fingiéndose árbitro de una disputa que no le afecta: ‘¿A quién preferís, a Aragonés o a Paz Esteban?’ ‘¡A Aragonés, a Aragonés’. ‘¿Y con ella qué hago?’ ‘¡Crucifícarla, con Margarita Robles a su vera en otro madero!’
En Presidencia gustan los mensajes simples: el CNI no se enteró, luego el CNI debe ser descabezado. Y, por supuesto, no tiene que ver con el compadreo de Sánchez y Pere Aragonés
La difusión de la lista oficial de ministros contagiados redoblará la presión gubernativa sobre la sentenciada directora. ¡Medio Gobierno espiado y el CNI sin detectarlo, qué escándalo! En Presidencia gustan los mensajes simples: el CNI no se enteró, luego el CNI debe ser descabezado.
Y, por supuesto, nada tiene que ver el relevo con el compadreo de Sánchez y Pere Aragonés, este acto de contrición permanente en el que se ha instalado el presidente ante el ex socio que le reprende, le abronca, le torea y le deja tirado en las votaciones parlamentarias. Orgullo de socio, oiga.
Junqueras, el pacificador
Hoy sale Junqueras, el pope, en El País para reclamarle a Sánchez el propósito de enmienda. ‘Ayudaremos si hay garantías de que no volverá a ocurrir’. Qué generoso el casco azul. Presentándose como pacificador cuando ha sido instigador de las destituciones. Bueno, antes instigó (2017) una sedición. Debe de ser por eso que se siente autorizado a decirle a los demás lo que han de hacer. Por el bien de los ciudadados. Siempre por el bien de los ciudadanos, que es su única prioridad.
Lo mete todo en una batidora y le sale que Esquerra es un agente de concordia y estabilidad. Si él sólo está para ayudar. Alabado sea.
Hace diez días se tomó a chufla que Sánchez hubiera sido espiado con Pegasus. ¿Por qué vamos a creérnoslo?, se preguntó. Hoy ya no. Hoy ya dice que es gravísimo que haya sido espiado el presidente, la ministra de Defensa, la ex ministra de Exteriores y tropecientos indepentistas. Totum revolutum. Lo mete todo en una batidora y le sale que Esquerra es un agente de concordia y estabilidad. Si él sólo está para ayudar. Alabado sea. Santo súbito.
Margarita Robles, en lugar de mansa salió brava
El presidente y su ministro Bolaños llevan quince días en modo hacerse perdonar. A diferencia de Margarita Robles, que en lugar de mansa salió brava entorpeciendo la operación capirote, procesión de penitentes.
Aún dijo ayer el portavoz del PSOE, Sicilia, que Margarita Robles tiene el apoyo de todo el Gobierno como tiene que ser. O el amigo Sicilia no lee un periódico ni escucha una radio desde hace quince días o cree que es el resto del país el que ni ha leído ni ha escuchado.
No ha escuchado al portavoz de Podemos, por ejemplo, que ayer mismo insitía con la matraca de que dimita Margarita.
Hemos acabado asumiendo como normal que un partido del Gobierno exija cada día la cabeza de una ministra del Gobierno
A base de repetirse declaraciones como ésta hemos acabado asumiendo como normal que un partido del Gobierno exija cada día la cabeza de una ministra del Gobierno.
El gabinete, infectado por Pegasus y afectado de corrosión, sigue en la UCI
Podemos es ése partido que se indignó muchísimo con el PSOE porque no cerró filas con Garzón cuando el asunto de las macrogranjas, ¿se acuerdan? Decían los de Podemos: nosotros siempre damos la cara por los ministros socialistas y mira cómo nos lo pagan.
Claro que sí. Siempre han dado la cara por Margarita, por Marlaska, por Albares, por Calviño y por Escrivá. Lealtad gubernamental a prueba de bombas. El gabinete, infectado por Pegasus y afectado de corrosión, sigue en la UCI.
La victoria arrolladora de Ayuso, si hubiera tenido a quien arrollar
Ha ganado Isabel Díaz Ayuso la presidencia del PP de Madrid. Por sorpresa, porque sólo se presentaba ella. Una victoria arrolladora, 99.7 % del voto. Le ha fallado el 0,3%. Malditos disidentes. Una victoria arrolladora si hubiera tenido a quien arrollar.
En realidad, el arrollado lo fue hace ya hace dos meses y medio. Se llamaba Pablo Casado y fue un presidente que tuvo el PP. Uno que tenía barbita y que en sus últimas apariciones fue visto o rodeado de vacas o rodeado de lobos.
Su nombre fue borrado de la memoria colectiva gracias a un ejercicio de hipnosis oficiado por un coro de barones aliviados bajo la tutela del chamán Núñez Feijóo.
Se va reinventando el PP como una organización de confluencias
En la rampa de salida hacia su primera meta volante, 19 de junio en Andalucía, el nuevo líder del PP ya sabe que Juanma Moreno le imita. También él reducirá a la mínima expresión las siglas y el logotipo del partido en su campaña electoral. Recordarle al votante que el candidato es del PP disuade.
Poco a poco se va reinventando el PP como una organización de confluencias: está el morenismo andaluz, el ayusismo madrileño, el Mañueco Existe en Castilla y León, y el Adelante López Miras en Murcia. Y luego está Feijóo, sobrevolándolos a todos mientras prepara su aterrizaje en el Senado.
Juanma Moreno reducirá a la mínima expresión las siglas y el logotipo del partido en su campaña electoral. Recordarle al votante que el candidato es del PP, disuade
A Moreno le ha hecho un favor la izquierda andaluza, parcelada en tres candidaturas distintas y con barullo en la alianza que amadrina Yolanda Díaz. Tres candidaturas: el PSOE menguado que ahora lidera Espadas, la lista de Teresa Rodríguez (a muerte contra Podemos) y la sopa de siglas que encabeza Izquierda Unida y en la que Podemos está pero sin estar, notable ejercicio de evaporación de quien una vez soñó con disputarle a Susana Díaz la hegemonía.
El famoso proceso de escucha de Yolanda Díaz
En cuanto pasen las andaluzas, y pase lo que pase con la criatura que amadrina, Yolanda Díaz iniciará, por fin (el pueblo lo ansía) su famoso proceso de escucha. Que aún no se sabe lo que és pero sí cómo va a ser.
Grande, digamos. O apaisado. Ancho y extenso. Transfronterizo. ¿Transfronterizo geográfico o transfronterizo ideológico? ¿Quiere escuchar la vicepresidenta a la sociedad, o sólo a la sociedad afín a lo que ella misma representa? Entre escuchar a todo el país y escuchar sólo a la izquierda yolandista hay una diferencia de varios meses de escucha. La gira, atención, será veraniega.
Un detalle de su parte informar de en qué ciudades actuará para que el público pueda acudir no a escuchar a la artista sino a ser escuchado. Una revolución en el mundo de la música.