Objetos cotidianos: Esquís
Marta García Aller nos cuenta en Más de uno cuál es el origen de los esquíes y cómo llegaron por primera vez a nuestro país desde Francia.
Marta García Aller explica en Más de uno el origen de los esquís. Asegura que estos objetos son más antiguos, incluso, que la rueda, con más de 6.000 años de antigüedad. De hecho, muchos científicos creen que ya se usaban esquís en la última glaciación del Paleolítico.
El término esquí proviene del nórdico antiguo y significa “palo o trozo de leña”. Aunque no se sabe el origen exacto, es probable que se inventara en varios sitios a la vez, en regiones que no tuvieran comunicación entre sí, como Escandinavia, el norte de Rusia o China. Sin embargo, la evidencia arqueológica señala que el esquí más antiguo hallado hasta la fecha está en la región de Vis, en Rusia. En este esquí se encontró una cabeza de uapití grabada en un extremo, y se supone que actuaba como freno.
Aunque los esquís antes de ser algo recreativo se usaban para la supervivencia, existen textos conservados de escritores bizantinos con la palabra ‘esquí’ del año 500 d.C. que ya hablan de carreras en la nieve.
Esquís en España
Unos de los primeros esquís que llegaron a España fueron los de Sallent en 1912, de la mano de un señor llamado Mariano Fanlo, de profesión carpintero, que tenía mucha relación con comerciantes y ganaderos franceses con los que hacía negocios en la frontera.
En concreto, Mariano tenía un amigo que era geólogo y sacerdote, vivía en Pau y venía a España de vez en cuando a estudiar los glaciares. Una Navidad, el geólogo fue a Sallent con dos sobrinos. Lo consiguió pese a que había una gran tormenta de nieve y lo que trajo causó gran sensación en Sallent. Allí se vivía prácticamente aislado por las nevadas, y se usaban raquetas para desplazarse entre pueblos y cazar, lo cual era muy incómodo.
Cuando vieron estos primeros esquís, les llamó mucho la atención que hubieran podido atravesar la tormenta de nieve y empezaron a fabricarlos. Aún así, los esquís antiguos no eran como los de ahora, sino que eran muy largos y estrechos para que no se hundieran en la nieve y no se usaban los bastones, sino que utilizaban un palo con un hierro en la punta, que usaban para frenar cuando se deslizaban por las laderas. Con el tiempo, fueron evolucionando y comercializándose, llegando hasta nuestros días.