Marta García Aller: "A ver si en estas elecciones de la Federación, eligen a alguien que no acabe detenido por corrupción"
Marta García Aller reflexiona sobre la detención ayer de Luis Rubiales por la UCO a su llegada a Barajas desde República Dominicana y su reiteración en que no entiende qué ha hecho mal.
Pobre Rubiales. Sigue sin entender qué ha hecho mal. Sigue creyéndose víctima de una persecución brutal. Así se lo decía en la entrevista que le hizo Ana Pastor en República Dominicana pocas horas antes de coger el avión que lo traería a España. El ex presidente de la Federación de Fútbol no entiende qué ha hecho mal. Al aterrizar le esperaba la UCO para refrescarle la memoria.
También para cumplir una tradición. Porque ya es tradición que los presidentes de la Federación Española de Fútbol acaben detenidos. Tras cinco años en el cargo, el mismo día que la Federación convoca elecciones, Rubiales ha terminado bajo custodia policial y acusado de presuntos delitos de corrupción igual que su antecesor, Ángel María Villar, detenido en 2017.
Rubiales ha quedado en libertad, a la espera de que le citen como imputado el Juzgado número 4 de Majadahonda. Es por la causa penal abierta en verano de 2022, semanas después de que El Confidencial comenzase a publicar las informaciones sobre sus presuntas irregularidades, un año antes de que España ganara el Mundial y Rubiales para celebrarlo le plantara un beso no consentido en la boca a Jenni Hermoso.
Rubiales sigue negando que el beso no consentido tenga nada de malo con la misma soltura que niega que haya cobrado mordidas o tenga negocios en Arabia Saudí. La Guardia Civil dice otra cosa. La investigación sostiene que Rubiales asignó obras a una constructora a cambio de pagos a un amigo suyo y que estaban planeando un macroproyecto en Arabia Saudí, con la Supercopa como excusa.
Lo del beso no consentido fue lo que forzó su dimisión porque de todos los presuntos delitos que ha cometido ese lo retransmitían en directo por televisión. Pero hay muchos otros por los que va a tener que declarar ante la jueza: administración desleal, blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal… Rubiales niega haber hecho nada malo. Le falta negar que lo vaya a volver a hacer.
¿Moraleja?
A ver si en estas elecciones de la Federación, eligen a alguien que no acabe detenido por corrupción.