Marta García Aller: "Con Trump de presidente electo, la buena educación es lo políticamente incorrecto"
Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre el nuevo establishment que es el 'trumpismo', en el que Elon Musk dirigirá el Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Hace una semana que Trump salió elegido presidente de Estados Unidos, demostrando que su victoria en 2016 no había sido un paréntesis, el populismo no era un sarampión que se pasaba en las siguientes elecciones y ya. La anomalía ha resultado ser Biden y Trump, el futuro. Y hoy el viejo, el viejo mundo de Biden, recibe a Trump en la Casa Blanca. Trump es el nuevo establishment.
Qué hay más establishment que el cargo del hombre más poderoso del mundo salvo, tal vez, la mayor fortuna del mundo, que se puede comprar el establishment. Y han formado equipo. Trump ha confirmado que nombra a Elon Musk y a otro multimillonario amigo suyo para dirigir lo que han llamado el Departamento de Eficiencia Gubernamental. Trump promete un Gobierno más pequeño, con menos burocracia. Y con más conflictos de intereses. Porque las empresas de Elon Musk tienen unas 20 investigaciones y demandas judiciales por parte de las agencias federales que el propio Musk va a supervisar.
Los lanzamientos de SpaceX en Texas, por ejemplo, están cerca de un parque natural que enfurecía al multimillonario por todos los requisitos medioambientales que le exigen. Para llevar humanos a Marte le viene mal que le supervisen el daño que sus cohetes pueden causar a la vida en la Tierra. Y como va a encargarse de supervisarse a sí mismo, se dará los permisos que hagan falta. El establishment ya no será problema porque el establishment es él.
Así que vamos a tener que ir dejando de llamar antisistema a los que ya dominan el sistema y antipolítica a los protagonistas más poderosos de la política misma. Eso era antes. Poco sentido tiene ya hablar de lo políticamente correcto como si fuera norma, cuando la nueva norma para ganar las elecciones es hacerlo insultando a las mujeres e inmigrantes, y fanfarroneando en los mítines del tamaño del miembro viril de un golfista. Si eso es lo que da votos, es que políticamente es correcto. Y el trumpismo es tendencia. Es el nuevo establishment.
¿Moraleja?
Con Trump de presidente electo, la buena educación es lo políticamente incorrecto.