Marta García Aller: "De Trump ya no se fían sus aliados ni tampoco los mercados"
Marta García Aller reflexiona sobre Trump, sus mentiras y sobre cómo su política errática desconcierta en los mercados.
Si hay algo en lo que Trump y Musk han demostrado ser buenos, muy buenos, desde que han entrado en la Casa Blanca es en captar la atención. Crean la sensación de un poder omnímodo que no tienen. En frente, por incomparecencia de la oposición desaparecida, solo tienen la realidad. Trump vs. la realidad. Y la realidad es más discreta y lenta en mostrarse. Pero tozuda.
Tres indicios de cómo la realidad contraataca las mentiras de Trump. El primero, los mercados. Anoche en la Fox Trump ya no descartaba que haya una recesión en la primera economía del mundo. Él sostiene que los aranceles son maravillosos y crean muchísimo empleo, pero a la vez no deja de amagar con suspenderlos. Si tanto empleo crean, ¿por qué aplazarlos todo el rato?
Los golpes de efectos son magníficos para la atención, pero malos para la confianza de los inversores. Su política errática desconcierta en los mercados. Y la incertidumbre está paralizando ya las inversiones de muchas empresas, temerosas de tanto vaivén. Se frenan las contrataciones mientras se aceleran los aranceles y las deportaciones.
Y tanto volantazo también afecta al imperio empresarial de Elon Musk. En las últimas seis semanas, las acciones de Tesla se ha desplomado un 40%, borrando lo que habían ganado después de las elecciones. Otras de sus empresas, como The Boring Company e incluso Starlink, tampoco está claro que sean rentables aún. Su valoración depende mucho de que sus inversores le vean como un genio de los negocios del futuro, pero desde que tiene todos los focos están aumentando las dudas entre quienes le creían un genio.
¿Y los fuertes recortes en gasto público? ¿Qué opina la realidad de ello? Pues los riesgos tampoco son pequeños. China y Rusia han empezado a lanzar ofertas de trabajo a los miles de funcionarios despedidos. Eso incluye a más de 5000 estadounidenses que trabajaban en la CIA y el Pentágono y perdieron su trabajo de un día para otro. Otro gran golpe de efecto de bruces contra la realidad.
¿Moraleja?
De Trump ya no se fían sus aliados ni tampoco los mercados.