LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Es sorprendente que cuele, ver como un héroe a Bukele"

Marta García Aller reflexiona sobre la victoria de Bukele en las elecciones de El Salvador, el "caudillo digital del populismo milenial" que arrasa en redes sociales a la vez que realiza prácticas abiertamente antidemocráticas en su país.

Marta García Aller

Madrid |

Parece que Bukele arrasa en las elecciones de El Salvador. Y lo que pasa en este país de seis millones de habitantes no suele ser noticia en todo el mundo. Pero Bukele lo es. Es el mandatario más seguido del mundo en TikTok (tiene el triple de seguidores que de habitantes en su país). Una rock star del populismo que se ha ganado la fama de hombre fuerte en su lucha contra las maras sin importarle mucho ni la Constitución ni los derechos humanos. Populismo milenial, lo llaman, porque Bukele ronda los 40. Caudillo digital, le dicen también, por su maestría en las redes y su impulso del bitcoin.

Lo más curioso del caso Bukele es lo popular que es siendo tan abiertamente antidemocrático y abusivo. Bukele es cool. El dictador más cool, se bautizó a sí mismo. No solo en Latinoamérica, también en España tiene decenas de miles de seguidores. Su receta del fin justifica los medios arrasa en internet.

Desde que llegó a la presidencia en 2019 la tasa de criminalidad en el país se ha desplomado. Más del 2% de la población adulta de El Salvador ha sido encerrada en las cárceles sin juicio. Las organizaciones de derechos humanos han documentado detenciones arbitrarias, desapariciones y torturas. Pero eso no afecta negativamente a su popularidad. Al contrario. La espectacularidad con la que retransmite el traslado de presos como si fuera un trailer de Netflix le hace más admirado todavía entre sus fans.

Tampoco parece importarles demasiado que este segundo mandato sea inconstitucional. O que haya ocupado la asamblea legislativa con soldados para intimidar a los legisladores, ni que ataque a los periodistas que investigan y critican su gobierno. O que la oposición haya desaparecido. El caudillo digital del populismo milenial no quiere ocultarse, sino hacerse viral. Lo que no sale en sus videos son las torturas, las detenciones sin juicios, también de niños de 12 años, el control de los jueces… Todos los demás poderes han sido sacrificados en el altar de la seguridad y los likes de TikTok.

¿Moraleja?

Es sorprendente que cuele, ver como un héroe a Bukele.