LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Será oportunista querer tanto debate, pero no es ningún disparate"

Marta García Aller reflexiona sobre la propuesta de Pedro Sánchez para realizar un cara a cara contra Feijóo por semana hasta que se celebren las elecciones generales.

Marta García Aller

Madrid | 06.06.2023 07:27

Sánchez quiere ahora tener un debate por semana. Y de todos los argumentos que da el presidente para justificar su apuesta de convertir la campaña electoral en un desfile por los platós, el mejor de todos es que así quiere evitar que la campaña se convierta en una sucesión de monólogos.

Monólogos, dice. Resulta que no le deben de parecer buenos para la democracia los monólogos al presidente. Lástima que nos enteremos de esto después de cinco años en el Gobierno concatenándolos en interminables comparecencias, ruedas de prensa sin preguntas y vídeos enlatados por Moncloa. Anda que no ha habido turnos de palabra en el Senado en los que en vez de dialogar Feijóo y él soltaban un ‘speech’ ya preparado. Los de la pandemia eran más bien soliloquios. Así que bienvenidos sean los debates si encima vienen con un verdadero intercambio de ideas.

Quitarle peso a los mítines y dárselos a los debates tiene ventajas, sin duda. Y no solo el aire acondicionado. En julio van a estar más fresquitos los platós que las plazas de toros, pero también son más fáciles de llenar y no precisan de la ayuda de los barones regionales para llenarlos de público. De eso ya se encargarán los regidores.

Otra ventaja es que la desmovilización no se televisa. A diferencia de en los mítines, en los debates la audiencia está al otro lado de la tele. A la gente que falta no se la ve.

Hay otro argumento de Sánchez para priorizar los debates, pero no con todos los candidatos sino los cara a cara con Feijóo, y es que "existen solo dos posibles presidentes". Existen otros dos posibles vicepresidentes, pero eso ahora a Sánchez no le interesa. Y hasta hace no mucho a Sánchez le interesaba dejar claro que Feijóo podría necesitar a Abascal y que su vicepresidenta sería Yolanda Díaz. Ya no. Ahora va de Gary Cooper.

El voto de la izquierda quiere ser él. Solo ante el peligro. Y solo él. Tan solo que Sánchez está dispuesto a forzar e incluso buscar la silla vacía de Feijóo si el líder del PP no se anima a debatir. Eso sí que sería curioso. Sobre todo si el objetivo era huir de los monólogos.

¿Moraleja?

Será oportunista querer tanto debate, pero no es ningún disparate.