Marta García Aller: "Quitar de la malversación el lucro personal solo sirve para que vuelvan los independentistas fugados"
Marta García Aller reflexiona sobre la reforma del delito de malversación que planea el Gobierno con el objetivo de satisfacer a Esquerra Republicana.
Hasta ahora en España en los casos de malversación lo importante era que fuera público tanto el dinero robado como el cargo del autor del robo. Malversar era malversar porque una autoridad se apropiaba de un dinero que era de todos para otro fin. Pero si finalmente el Gobierno reforma el delito de malversación, como ayer el presidente reconocía que está abierto a hacer para satisfacer a ERC, lo importante a partir de ahora ya no va a ser si el dinero robado es público o no, ni si es una autoridad la que mete la mano en la caja. Lo importante para irse de rositas con la malversación va a ser buscarse una causa en la que gastarlo que parezca más importante que el dinero.
Es decir, la clave para dar el golpe ya no estaría en tramar un buen modus operandi, sino un buen fin para el botín. Esta hipotética reforma da un vuelo a las tramas de corrupción del futuro. A ver en qué queda el Código Penal y si sale adelante o no. Pero por muy a medida de los presos del procés que se haga (qué fuerte, por cierto, que esto el Gobierno lo reconozca ya con naturalidad), el riesgo de que quedaran libres tramas corruptas aumenta.
Para meter la mano en la caja con esta reforma ya ni siquiera les haría falta a los políticos tener cuidado para que no los pillen, como coartada les bastará guardar los recibos para demostrar en qué se han gastado el botín e incluso gastarse un poco más en una buena campaña para contarlo en una buena gira internacional, como hacían los del procés.
Lo más recomendable para meter mano en la caja sin meterse en líos va a ser declararse independentista, claro. Esa malversación no le parece al Gobierno “corrupción política”. Pero seguro que salen nuevas causas presuntamente nobles. Al que le pillen que diga que sufre persecución ideológica. Si convence a suficiente gente de que ese dinero público se lo ha gastado en luchar contra la opresión, en vez de juzgarle puede que hasta le pongan una estatua a cargo popular.
¿Moraleja?
Quitar de la malversación el lucro personal no ayudará a que tengamos políticos más honrados, solo sirve para que vuelvan los independentistas fugados.